Primera serie belga que llega al plano mundial. Esto lo logró gracias a su narración tensionante y sorpresiva. Basada en la novela del polaco Jacek Dukaj, la podemos encontrar en la plataforma Netflix.
Son 6 capítulos que se te pasarán volando, ya que querrás saber qué ocurrirá con los protagonistas. Pero vamos a lo esencial de esta cuestión, que es, de qué va esta serie.
Nos situamos en el aeropuerto de Bruselas cuando unos pasajeros van a abordar su vuelo, todo parece tranquilo hasta que un hombre (luego sabremos que es un soldado) toma el arma de unos de los guardias y entra violentamente al avión amenazando al piloto para que despegue inmediatamente aunque no estén todos los tripulantes a bordo. Esta persona les dice a los pocos pasajeros que es necesario volar hacia el oeste ya que el sol está terminando con las vidas de todos a su paso y por eso es imprescindible alejarse de él. Los demás, en un principio no le creen, pero al corroborar sus dichos con la información que circula en internet, toman conciencia de la gravedad del caso. Comandados por Matthieu, el copiloto (interpretado por Laurent Capelluto, uno de los detectives de la excelente serie francesa Zona Blanca), los tripulantes intentarán sobrevivir a toda costa de este desastre natural que los persigue. No logramos saber nada de las personas muertas, pero esta serie usa la, ya conocida premisa: es más importante y tenebroso aquello que no logramos ver.
Hasta allí la trama, que se podría decir que es más que interesante. El correr de los capítulos no defraudará a nadie, ya que el ritmo que mantiene la serie, no decae en ningún momento y su atmósfera se mantendrá a lo largo de todo su metraje.
Otro acierto lo vamos a ver en el desarrollo de los personajes y sus distintas etnias, lo cual enriquece mucho al ambiente que se puede ver en pantalla. Todo esto, combinado con excelentes y convincentes actuaciones por parte de todo el elenco.
En fin, les puedo decir que «El camino de la noche» es de lo mejor que se puede ver hoy en el mundillo de las series. Su ritmo, su suspenso y su final, logran completar un cóctel perfecto para los amantes del género.