A ver, empecemos por lo básico: si yo te digo que el personaje principal de una serie es Al Pacino y que se dedica a cazar nazis, estoy seguro que me vas a gritar ¡COOOOMPROOOO! De ahí ya podemos partir con una sonrisa para arrancar a ver esta oda a los policiales de los 70, la Explotation, que se puede disfruta por la plataforma Amazon Prime. Esto ya huele bien.
Vamos con la premisa de HUNTERS. Nos ubicamos en EE.UU a mediados de los 70, donde un joven judío llamado Jonah tiene una vida agradable con sus amigos; escuchan música, van al cine, hablan de cómics y fuman hierba. Este muchacho es criado por su abuela Ruth, quien un día es sorprendida y asesinada en su casa. Jonah descubre esto y la tristeza lo invade, al igual que el odio. Luego pasamos al funeral donde conoce a un avenjentado Al Pacino, que al parecer oculta un secreto y se le presenta a Jonah como alguien que quiere ayudarlo.
Poco a poco nos enteraremos que Al Pacino, personificando a Meyer Offerman, es el líder de una banda de profesionales que se dedican a cazar a los nazis alojados en EE.UU, y reclutarán a Jonah como «codebreaker» (descifrador de códigos). En el clan de cazadores podemos encontrar a una mujer de raza negra que conoce lo oprimido que pueden ser los de su color en este contexto; una fallida estrella de cine; un tipo de origen oriental; un matrimonio mayor que no desconoce la violencia y una misteriosa monja llamada Harriet. A este variopinto grupete de elite se sumará Jonah en su afán por conseguir venganza por la muerte de su abuela. Hasta acá la premisa de esta serie.
Pasemos al análisis. Con un sello, «tarantinesco» y una pizca de Scorsese en cuanto a la violencia y los diálogos, HUNTERS posee un arranque potente pero excesivo en su extensión y digo esto porque su primer capítulo tiene de 90 minutos de duración, se hace un poco largo. Pero te comento que a partir del segundo episodio toma un agradable ritmo que no dejará respiro y mantendrá el suspenso a lo largo de sus 10 capítulos con su impronta setentera. No se escatima en sangre y torturas, y la historia se ve bien alimentada por flashbacks de la Segunda Guerra Mundial donde vemos el sufrimiento de los judíos en los campos de concentración, este elemento será quizás, el único que falla ya que se apela demasiadas veces al Holocausto como factor narrativo.
Las actuaciones de todo el grupo son excelentes y no hay nada que reprochar en ese aspecto. Los alemanes son interpretados con la frialdad que siempre los caracteriza en estos casos, sobre todos los que podemos observar en los campos de concentración, un retrato muy creíble. Existen muchas referencia a la cultura pop de esos años, y nuestro país se verá mencionado en más de una vez. Musicalizados de una forma muy conveniente, todos los capítulos duran aproximadamente una hora y el final dejará una puerta abierta para una segunda temporada. La última escena va a dejarte con la mandíbula por el piso….y sobre todo a los argentinos.