Un tema tan presente como polémico da comienzo a esta serie chilena de 8 capítulos producida por Amazon Prime y que parece ser el «plato fuerte» de esa plataforma en estos tiempos. JAURÍA nos sumergirá en un submundo que pondrá el foco sobre las miserias humanas que salen a la luz a raíz de un suceso terrible y traumático.
Esta serie tiene como disparador la violación de una adolescente (Blanca) por parte de 4 muchachos y la consecuente búsqueda de esos culpables. Cuestiones tan importantes y actuales como el machismo, la misoginia, el empoderamiento femenino, el voyerismo, el papel de los medios de comunicación y la moral de cada uno, se pondrán en el tapete de la discusión durante toda la temporada. A partir de allí veremos como todo se convierte (o intenta convertirse) en un thriller policial donde tres mujeres detectives perseguirán a una secta denominada Jauría que se oculta en internet liderada por alguien que se hace llamar «El Lobo» quien arma todo esto como un juego.
Análisis: a medida que la investigación avanza, los hechos caerán en una hipérbole que no logra más que brindarle algo de inverosimilitud a la serie, la cual arranca bien, recién en el tercer capítulo y posee mini giros de tuerca bastante predecibles. Los personajes masculinos tienen poca participación, salvo en el final, dejando paso a que las tres detectives acaparen toda la atención de los momentos claves, esto significa que las protagonistas principales no son las jovencitas, como nos vendieron en el trailer. Hay que que tener en cuenta que la serie toca temas muy delicados. El ritmo que lleva no es siempre atrapante, pero sí me resultó atractivo cómo ocultaron al responsable de los actos, guardándolo para los últimos minutos, punto a favor del guionista que lo pierde luego cuando apela demasiado a la emotividad paternal en toda la serie. Otro factor que me agradó es cómo la trama va sacando de a poco los trapos sucios de una clase alta que está bien retratada, con sus altanerías, sus millones y sus influencias. Se nota que hay una inversión importante en el armado de la serie, la factura técnica es excelente. Las actuaciones son buenas, al igual que la fotografía. El manejo de cámara en mano es acertado y las locaciones exteriores están muy bien aprovechadas.
Llegando al final encontramos lo más flojo de JAURIA, parece apresurado y poco convincente. La investigación se cerrará y caerá el culpable con una simpleza que me agarró por sorpresa esperando algo más retorcido, aunque esto se lleva a cabo sin transformar eso en un verdadero final. Lo que te puedo contar es que deja la puerta abierta para una segunda temporada.
Jauría es una experiencia con temas profundos que no siempre están bien reflejados pero de a ratos logra atraparte. Dale una oportunidad, quizás te guste.