Siempre escuchamos hablar de lo importante que es la fotografía o nos preguntamos qué es la fotografía dentro del cine. ¿Simplemente apretar un botoncito en una cámara? Por supuesto que no, es mucho más complejo que eso. Cuando hablamos de este aspecto, estamos explicando un concepto que es muy difícil de trabajar en un film, pero vamos a tratar de aclarar algunos cuestiones en este asunto.
La fascinación de nuestro gusto por las imágenes que vemos en la pantalla tiene un responsable, el departamento de fotografía, su jefe es el director, también conocido como DF, y es tan imprescindible como el director de la película que se vaya a rodar. EL DF es quien decide cada encuadre, cada color que se va a utilizar, así como también, es quien va a combinar con el departamento de arte los elementos de una escena y dónde van colocados, él debe conocer el guión de antemano para poder trabajar en los escenarios (naturales o artificiales) que el director de la cinta escoja.
Además cuida otros aspectos, como la lente con la que se va a filmar, la distancia de los actores frente a la cámara, el horario en el que conviene filmar, en caso de que esto se lleve a cabo en exteriores, la elección de las locaciones, la clase de iluminación necesaria para una escena y la paleta de colores presente en cada toma. Todo lo nombrado logra (no siempre) una belleza capaz de transmitir emociones por motus propio, el director de la película jugará con estas ventajas para contar sin palabras lo que se decide provocar en el espectador. «El Padrino» no sería lo mismo sin ese tono de sombras que le impuso el DF Gordon Willis; en «Lawrence de Arabia» se logran dos objetivos con el desierto, primero, la belleza de un paisaje y en segundo lugar, conseguir que el hombre vea lo imponente del lugar y lo peligroso que este puede llegar a ser; por eso tenemos esas tomas de lejos donde el protagonista en camello se ve insignificante comparado con el resto de lo que aparece en la pantalla; en «Eterno Resplandor de una mente sin recuerdo» el DF nos enseña cada estado de ánimo de los protagonistas con un color distinto, más que nada en el cabello de Clementine (Kate Winslet).
Pero no solamente las sombras, los colores o la lejanía o cercanía de la imagen son importantes, también está el encuadre y lo que el DF prefiere que veamos, esto se nota claramente en «Taxi Driver» o en «Psicosis» donde el director del film (Martin Scorsese y Alfred Hitchcock, en estos casos) y el DF se ponen de acuerdo para que nuestros ojos se posen en tal o cual objeto de la escena.
Hoy en día tenemos al maestro Emanuel «el Chivo» Lubezki, un mexicano que cada vez que le toca trabajar nos deleita con las imágenes que decide crear. Se lo puede admirar en películas como «El Renacido», «Gravity», «Birdman» o «El árbol de la vida». Lubezki es quizás, hoy en día, el mejor director de fotografía que existe. De ahora en adelante, cuando encuentres belleza en una película, ya sabes de donde proviene. Ojalá este pequeño informe te haya servido.