En este film del 2006 Paul Walker interpreta a Joey, un sicario al servicio de unos mafiosos italianos. Luego de terminar un trabajo, le ordenan a Joey deshacerse del arma con la que ha cumplido la misión que le habían encomendado, pero él no hace caso y oculta el arma en su casa, con tanta mala suerte que la encuentran su hijo y su amigo Oleg, quien la utiliza para pegarle un tiro a su padrastro (Anzor) dejándolo herido, para colmo de males Anzor tiene conexión con la mafia rusa y quiere recuperar el arma, es decir que ahora la familia de Joey está en peligro y la única salida para él es encontrar la bendita arma.
Película con un ritmo asombroso, de esas que no te dan tiempo ni para buscar un café o una cerveza. Tenés que estar atento en todo momento para no perderte detalle y para no salir de la atmósfera que logra crear el film dirigido por Wayne Kramer. Te atrapa desde el primer minuto y nos ponemos a pensar porqué no tuvo el éxito que se merecía. Es como una cinta perdida que vale la pena verla. Paul Walkwer está excelente en su papel y también es muy buena la actuación de Vera Farmiga haciendo de su esposa, Teresa.
En el medio del drama que se juega minuto a minuto, tenemos una especie de historia paralela, que nos ubica a Teresa desenmascarando a una pareja de pedófilos en una escena terrorífica y que tiene un final digno de Tarantino o Scorsese. Para no perdérsela.
En fin, es algo poco conocido este film pero es perfecto en cuanto a la acción y a los momentos llenos de tensión para comerse las uñas y no despegar los ojos de la pantalla. Nos sirve para recordar a Paul Walker. Te tiro un gran dato, la podés ver en Youtube.