Cobra Kai – Buenos no tan buenos, malos no tan malos

En 1984 se estrenó una película llamada Karate Kid, dirigida por John G. Avildsen, -quien venía de ganar un Oscar por Rocky en 1976– y con guion de Robert Mark Kamen. Protagonizada por el joven Ralph Macchio -encarnando a Daniel LaRusso– y el veterano Noriyuki «Pat» Morita -haciendo las veces de Miyagi-, narraba la historia de un adolescente nuevo en la ciudad, que no encajaba ni podía cosechar amigos, y que no lograba adaptarse a su nueva escuela, a la par que un grupo de chicos populares le hacían «Bullying» tanto en la escuela como fuera de ella, humillándolo y maltratándolo.

Tras varios devenires, el chico entabla amistad con un solitario japones que lo instruye en la senda de la bondad, el respeto y, las arte marciales. Al final, Daniel enfrenta a su rival, Johnny Lawrence -protagonizado por William Zabka– en un torneo de Karate, y lo vence usando la Técnica de «La Grulla» enseñada por Miyagi.

La historia era sencilla, pero bien contada, y con personajes entrañables, momentos tanto dramáticos, como cómicos, algo muy común en el cine de la época. Contaba con una formula similar a la que el director había usado en Rocky, es decir, «El camino del Héroe», la autosupeación, la amistad y enfrentar los miedos, que tan bien le había resultado. Sumemos una gran banda de sonido, y tenemos un éxito asegurado.

La saga siguió con The Karate Kid II (1986), The Karate Kid III (1989), también dirigidas por Avildsen, y finalmente la malograda The Next karate Kid (1994) ya sin Ralph Macchio, ni Avildsen, pero con Kamen en el guion y Morita en su ultima encarnación de Miyagi (falleceria en 2005). Así, la saga Karate Kid, convertida ya en un clásico, fue olvidada con el tiempo hasta el cuestionable remake de 2010 The Karate Kid con Jaden Smith y Jackie Chan. Hasta aquí, la pura historia. Sin embargo, en una era en donde la Cultura Pop de los 80′ vuelve a estar a la moda, junto con el Revival de lo retro, Karate Kid regresó sorpresivamente, y de la forma menos esperada… en forma de: Cobra Kai.

Para entender esto debemos remontarnos a la película original de 1984 ¿recuerdan del «villano» Johnny Lawrence? ¿alguno se preguntó alguna vez que fue de su vida? calculo que no, porque los villanos suelen ser eso, tipos malos destinados a perder a manos de héroe y simplemente desaparecer. Y aquí justamente radica la originalidad de esta nueva serie: ver la perspectiva del malo/perdedor. ¿Y si al final no era tan malo? ¿ y si fue en realidad una victima? ¿Y si el bueno era en realidad el malo? el planteamiento suena, como mínimo, prometedor.

Cobra Kai nació como una serie de 10 capítulos de algo mas de media hora cada uno, producidos por el sello Youtube Originals. No contó con una gran campaña publicitaria, por lo que tomó por sorpresa a mas de uno, mas que nada a los que esperaban un bochorno vergonzoso o bizarro. Nada mas lejos, la serie contó con la aprobación tanto de la critica como de los fans antiguos, incluso sumando nueva audiencia, algo entendible teniendo en cuenta que aparte de las caras clásicas -algunas- hay también caras nuevas y jóvenes.

La serie se cuenta desde la perspectiva de un decadente Johnny Lawrence 34 años después del final película, quien lleva una existencia miserable, divorciado, con un hijo que lo odia, un trabajo que detesta y una casa arruinada. Al margen de sus malas decisiones, todo parece indicar que perder aquel torneo en 1984 marcó un quiebre en su vida, la cual desde entonces va cuesta abajo. Aun sueña con esa patada que, -y en eso nadie reparó- fue ilegal, lo que tendría que haber terminado con la descalificación de LaRusso y la victoria de Lawrence.

Por otro lado, tenemos a Daniel LaRusso, devenido en un respetable empresario dueño de una cadena de concesionarias, de las mas prosperas de la ciudad, con un matrimonio aparentemente feliz. Tanto Daniel como Lawrence, viven en la misma ciudad, aunque Daniel parece ignorar su existencia, mientras que Johnny siente la presencia de Daniel en cada esquina.

La historia se complica cuando la hija de Daniel choca el auto de Johnny en una noche de borrachera, lo cual los pondrá en contacto nuevamente, reabriendo viejas heridas e iniciando una espiral de resentimiento mutuo que llevara a Johnny a apostar todo por dar sentido a su vida explotando nuevamente su sentimiento competitivo, abriendo un nuevo Dojo Cobra Kai, para continuar el legado de su antiguo y seminal Sensei Kreese (Martin Kove).

Con el correr de los episodios, veremos que las motivaciones de Johnny no son tan equivocadas, mientras que el accionar de Daniel comienza ser cuestionable, un poco alejado de las enseñanzas del fallecido Seños Miyagi, aparte de que veremos que su matrimonio empieza a no ser tan feliz, a tener los problemas propios derivados de tener un hijo adolescente, algo que compartirá con Johnny. Para mas inri, los adolescentes y sus amigos, traerán por si mismos una ristra de problemas a la dupla antagonista.

Cobra Kai es un de las series del momento, recientemente adquirida por Netflix, quien producirá su esperada 3º temporada, con su simpleza y su escueta puesta en escena – quizá uno de sus puntos flacos- pero con personajes carismáticos y un guion que se sostiene bien, se convirtió en uno de los éxitos inesperados de los últimos años, que ya esta generando su propio fandom, aparte del mas veterano.