La impaciencia, el histrionismo, el amor, la desidia, la desesperación y los avatares de la soledad, hacen de esta miniserie web una exquisitez para los tiempos de cuarentena que estamos vivivendo. «Una calle nos separa» nos hará replantear este modo «inside» que tanto nos acompaña desde el mes de marzo de este 2020. Escrita y dirigida por Daniela Rodriguez, esta comedia se estrenó el 2 de octubre pasado y podés verla por Nube Cultural.
Bueno, comencemos con la presentación de este proyecto realizado enteramente en pandemia. «Una calle nos separa» tiene como hilo argumental la relación de una pareja, Gonzalo y Carolina, que quedan distanciados justo cuando se declara el aislamiento obligatorio en Argentina. No se pueden ver ya que él quedó varado en el conurbano bonaerense, en la casa de su hermana y ella en la ciudad, más específicamente en el barrio de Caballito, lugar donde solían convivir. De esta premisa partimos para sumergirnos en un mar de disparatadas situaciones con inagotables formas de intercambiar opiniones acerca de asuntos importantes pero también sobre banalidades, que no hacen más que alimentar la inteligencia de los diálogos escritos por Daniela Rodriguez, su creadora.
La miniserie está dividida en capítulos que nos van enseñando cómo evoluciona (e involuciona) la pareja a través de las distintas etapas de la pandemia, y vemos a cada uno en su sitio de morada, pero lo más rico que podemos apreciar en pantalla son los cambios de ánimo de los personajes, interpretados magistralmente por Melina Mártire y Charly Zicavo, quienes nos recuerdan por momentos a Billy Cristal y Meg Ryan en «Cuando Harry conoció a Sally». Sobre ellos dos recae el peso de la historia. Atención al capítulos 5 «El Terapeuta» donde es el único instante en que se suma un personaje más, el doctor del título, quien parece volverse loco quedándose absorto con las razones que Gonzalo y Carolina poseen para discutir una y otra vez y así termina bebiendo whisky en medio de la sesión, una escena por demás graciosa y alocada.
Estamos ante un trabajo serio y realizado con minucioso cuidado. Algunas escenas (no sé si decir escenas o tomas) te harán recordar a «Annie Hall» y a «La guerra de los roses», por su tratamiento en cuanto a los argumentos que cada parte de la pareja brinda para sostener su postura y ganar la discusión. La mascota Lucy (una perrita) toma un papel importante en el final, ya que ella también es objeto de litigio. Acompañada con muy buena música, sobre todo cuando suena el grupo «Las Taradas» y su canción «Que no, que no», esta miniserie responde afirmativamente, con creces, cuando preguntes si entretiene o no. Fue un enorme placer ver «Una calle nos separa», esperamos más de estos proyectos que tan bien le hacen al público.