Corría el año 1988, el escritor y periodista Tomas Harris escribía su gran novela «El silencio de los corderos», tres años más tardes, esta tendría su adaptación fílmica de la mano del director Jonathan Demme y protagonizada por Sir Anthony Hopkins como Hannibal Lecter y Jodie Foster como la agente del FBI, Clarice Starling. Esa cinta no pasó desapercibida, ese año ganó los 5 Oscars principales: película, actor, actriz, guión y director; pero todo tiene un comienzo. Veamos cuál es.
Para explicar el origen del personaje Hannibal Lecter, tendremos que remitirnos al año 1959 y a la ciudad mexicana de Monterrey, donde un Doctor llamado Alfredo Ballí Treviño, atendería a un estudiante de medicina de nombre Jesús Castillo, con quien se creía, andaba en algo amoroso. El Doctor Alfredo terminaría asesinando a Jesús, y no solamente eso, sino que descuartizó el cuerpo, lo puso en una caja, guardó el cuerpo en la cajuela de su auto y manejando hasta el municipio de Guadalupe, enterró los restos de Jesús allí.
Se llevó a cabo una gran investigación y las autoridades lograron encontrar el cuerpo y culpar al Doctor Alfredo por ese crimen, lo enjuiciaron y lo condenaron a muerte, castigo que se llevaría a cabo en 1961. Al encontrar culpable al Doctor por el asesinato de Jesús, lo involucraron en otra serie de muertes que tenían el mismo sello, pero por esas atrocidades, no pudieron ponerlo como autor. Así que Alfredo esperaría que su sentencia se llevase a cabo en la prisión de Topo Chico en Nueva León. La prensa lo apodó como Vampiro, Caníbal y hasta como Hombre Lobo.
En dicha prisión, recibiría la visita de un periodista que sería, nada más ni nada menos que Tomas Harris, quien 25 años después escribiría sobre lo sucedido pero ya con otros protagonistas, Hannibal Lecter y Clarice Starling logrando éxito a nivel mundial, tanto en la taquilla como en la crítica. El personaje del Doctor Lecter emprendería una carrera que terminaría en una película, dos secuela y una serie de televisión. Algunas fantasías son menores que las realidades que la inspiraron.