Apenas transcurridos unos dos meses de su cumpleaños numero 90, el mundo del cinde quedó consternado por el fallecimiento de Sean Connery, el eterno galán duro escocés. Recordado siempre como el primer James Bond, intepretó al personaje creado por el escritor Ian Flemming de 1962 a 1971 (con el intervalo de George Lazenby en 1969) a lo largo de seis películas. Volvería a interpretarlo por última vez en 1983. Connery vivió una segunda etapa actoral post James Bond, convertido ya en un maduro hombre al que le sentaban bien los papeles de veterano o mentor, el cual le valió los elogios que no recibió mientras fue el espía del MI6, etapa en la que conseguiría un Oscar a actor de reparto.
La entrada al siglo XXI no fue de la mejor manera, ya que un fracaso comercial lo llevaría a desencantarse de la industria y aceleraría su retiro. Así pasó sus últimos años, alejado de las cámaras, jugando al golf en su retiro en Bahamas. Nacionalista escocés empedernido, juró que no volvería a Escocia hasta que los Highlanders consigan la independencia del Reino Unido. Esto le valió críticas de los ingleses y acaso haya sido eso lo que motivó a Sean Connery a casi renegar de su título de Sir
Con todo, el actor supo ser una de las caras más reconocidas de la industria, su deceso se tradujo en condolencias de parte de toda la industria. Es momento de dar un vistazo a los puntos más importantes de su carrera.
Antes de iniciar su carrera artística Connery fue fisiculturista de bastante éxito y un futbolista bastante destacado, jugando en el East Fife FC de su Escocia natal.
Decidido a lanzarse como actor, participo en varias películas durante la década del 50’ mayoritariamente en papeles secundarios.
Mi nombre es Bond, James Bond (1962 – 1971)
La oportunidad de éxito le llegó en 1962 cuando fue elegido para encarnar al espía británico James Bond, creación literaria del escritor Ian Flemming (creado quizá a semejanza del autor, agente de inteligencia naval durante la Segunda Guerra Mundial)
Dr. No (1962) conocida en latinoamérica como 007: El satánico Dr. No
La primera película de James Bond (exceptuando el telefilm Casino Royale de 1954) de la pantalla grande, sentó los pilares de la franquicia, y del genero “agentes secretos” en ciernes. Algo que se popularizaría en eso años en que la Guerra Fría estaba en su punto más álgido.
Dirigida por Terence Young, presentó a la primeras “chica Bond” Ursula Andress. En esta primera aventura, James Bond debe detener al misterioso criminal Dr. Julius No, de ascendencia chinogermánica, quien está a punto de sabotear un lanzamiento espacial de EE.UU desde su base secreta en el Caribe. Rodada con escaso presupuesto, pero muy ambiciosa, fue todo un éxito, por lo que la siguiente entrega de las misiones del agente 007 no se hizo esperar. La crítica elogió la actuación convincente de Connery como héroe duro e implacable, pero a la vez seductor.
From Russia with Love (1963) conocida en latinoamérica como 007: De Rusia con Amor
En esta enrtrega, Bond debe ayudar a una desertora de la URSS quien tiene un importante dispositivo secreto. Sin embargo queda envuelto en una trampa de SPECTRE, quien se revela como una temible organización criminal. Nuevamente dirigida por Terence Young, de nuevo nos trae los elementos típicos de la saga, multiplicidad de locaciones del mundo, conspiraciones y “gadgets” o artilugios tecnológicos variados, junto a mujeres hermosas, letales asesinos y carismáticos supervillanos. Nuevamente fue un éxito de taquilla.
Goldinfger (1964) conocida en latinoamericana como 007: Dedos de Oro
Con el envión del éxito, la siguiente entrega no se hizo esperare y llegó un año después. Dirigida por Guy Hamilton, goldfinger fue una de las películas mas exitosas de del Bond de Connery. En ella, el excéntrico multimillonario y banquero Auric Glodfinger planea robar el oro de Fort Knox y dominar el mercado mundial de oro. Con multiples locaciones, escenas de acción, gadgets, chicas bond y con el carismático villano Odjob (con su afilado sombrero) Golfinger terminó de definir el estilo de las películas de James Bond por décadas.
Thunderball (1965) en latinoamérica 007: Operación Trueno
Al hilo llegó la siguiente entrega de Bond protagonizada por Sean Connery, ya completamente identificado con el personaje, algo que él ya comenzaba a notar.
Esta entrega tiene uno de los inicios más icónicos de la franquicia al mostrar a James Bond usando su famoso Jet Pack. Operación Trueno nos cuenta como SPECTRE planea detonar dos bombas atómicas robadas a la OTAN a cambio de una suma de dinero. Bond deberá vérselas con el Nº2 de la organización, el villano Emilio Largo. Thunderball, nuevamente dirigida por Terence Young, fue una de las películas más caras de la saga, pero también la más taquillera, siendo solo superada por Skyfall casi cincuenta años después.
You Only Live Twice (1967) en latinoamérica 007: Solo se Vive Dos Veces
Dirigida por Lewis Gilbert, esta entrega sería la despedida de Connery del personaje, interesado ya en otros proyectos. La historia trata de cómo el supervillano Ernest Stavro Blofeld (Donald Pleasence), líder de SPECTRE roba material espacial de EE.UU y la URSS con el objetivo de enfrentar a ambos y desencadenar la Tercera Guerra Mundial. Fue un éxito en taquilla y significó la salida por la puerta grande de Sean Connery de la franquicia.
Diamonds are Forever (1971) en Latinoamérica 007: Los Diamantes son Eternos
Tras el fracaso comercial de On Her Majesty’s Secret Service (Al Servicio Secreto de Su Majestad) de 1969, EON Productions fue a lo seguro y contrató nuevamente a Sean Connery convenciéndolo con un contrato millonario, inaudito en aquel entonces. Dirigida por Guy Hamilton, tata acerca de los planes de Ernst Stavro Blofeld para construir un cañón laser en órbita satelital impulsado por diamantes, con cual amenaza destruir las capitales del mundo. Aunque fue un éxito nuevamente, Connery aseguró que no volvería a interpretar a James Bond “nunca jamás”
Después de Bond
La década del 70
En los 70s, Connery buscó distanciarse de los papeles de espías y apareció en varios films de éxito, tanto comercial como (tiempo después) de culto, junto a grandes directores, tales como The Offense (1973) o Murder on the Orient Express (1974) ambos de Sidney Lumet.
Protagonizó la extraña y poco valorada película de ciencia ficcion Zardoz (1974) de John Boorman. Fue un caudillo musulmán en medio de un incidente internacional en tiempos del imperialismo de inicios del siglo XX en The Wind and The Lion (1975) de John Milus. Ese año también protagonizó la epopeya belica de Joh Huston The Man Who Would Be King.
En 1977 participó de la superproducción bélica A Bridge too Far, de Richard Attenborough junto a una pléyade de estrellas.
Los 80’ nuevos horizontes
La nueva década encontró a Sean Connery tomando papeles variados, con coqueteos en la fantasia y la ciencia ficción. Así en 1981 protagonizó el “Space Western” Outland de Peter Hyams. Fue Agamenón en la comedia fantástica de Terry Gilliam Time Bandits, con los siempre eficientes Monty Python.
En lo que sería el evento del año, en 1983 volvió a retomar su personaje de James Bond en Never Say Never Again (Nunca digas nunca jamás) readaptación de Thunderball, tas una disputa de Copyright con el guinista de aquella película. Esta entrega de Bond no es considerada canónica al no ser producida por EON Pictures. Además, le tocó competir con Octopussy, entrega de James Bond “canónica” de Roger Moore.
Tras ello destacó su coestelar en la exitosa producción de serie B Highlander (1986) de Russell Mulcahy junto a Christopher Lambert, producción demostró el peso que para aquella época comenzaba a tener el mercado domestico de VHS, convirtiéndose en un clásico de culto con los años, generando varias (cuestionables) secuelas.
En 1986 protagonizó el trhiller detectivesco medieval Der Name Der Rose (El Nombre de la Rosa) dirigida por Jean-Jaques Annaud, basada en el bestseller del escritor italiano Umberto Eco. La misma fue un éxito en crítica, elogiando la actuación de Connery.
En 1987 volvió al éxito con The Untouchables (Los Intocables) de Brian de Palma, compartiendo papel con el ascendente Kevin Costner y Robert de Niro. Esta película le valió a Connery un Oscar como actor de reparto.
El actor cerró la década del 80 con el espectacular éxito de Indiana Jones y la Última Cruzada, tercera entrega del famoso arqueólogo interpretado por Harrison Ford y dirigido por Steven Spielberg. Connery interpretó al Profesor Henry Jones, padre de Indiana, todo un homenaje a un personaje como Indiana, que nutre su carisma y personalidad del James Bond de Connery.
Los 90, regreso a la acción
Sean Connery comenzó la década con uno de sus papeles más intensos y recordados de su última etapa madura, interpretando al Capitán Marko ramius en The Hunt for Red October (1990) de John McTiernan, basada en la obra de Tom Clancy.
Luego llegarían varios Thrillers de acción como The Russia House (1990), Rising Sun (1993), Just Cause (1995), cameos como en Robin Hood (1991), aventura y romance en Medicine Man (1992), A Good Man in Africa (1994), First Knight (1995), puso su voz al dragón de Dragonheart (1996) pero indudablemente su éxito más taquillero y espectacular fue en The Rock (1996) junto a Nicholas Cage y Ed Harris, un blockbuster de Michel Bay, casi un retiro de la acción a lo James Bond. El final de década lo encontró junto a Catherine Zeta-Jones en Entrapment (1999).
Siglo XXI, el retiro
En el 2003 protagonizó la adaptación del comic de Alan Moore, The League of Extraordinary Gentlemen (La Liga de los Hombres Extraordinarios) interpretando a un cansado Allan Quattermain. El fracaso en taquilla y critica de esta película aceleró el retiro del cine de Sean Connery, llevándolo incluso a rechazar el papel de Gandalf para la producción en ciernes de The Lord of the Rings de Peter Jackson, papel que finalmente caería en Sir Ian McKellen.
Connery pasaría el resto de su vida prácticamente retirado de las cámaras, dedicado a disfrutar de su retiro en Bahamas jugando al golf. Allí su corazón dijo basta el 31 de Octubre de 2020.