Mosul (2020)

Debut como director de Matthew Michael Carnahan, quien tenía experiencia previa como guionista en dramas bélicos con dosis de acción en cintas como The Kingdom (La Sombra del Reino 2007), Thrillers como Lions for Lambs (leones por Corderos 2007), Sate of Play (La Sombra del Poder 2009) blockbusters como World War Z (Guerra Mundial Z 2013) o la más reciente 21 Bridges (Manhattan sin Salida 2019).

La producción quedó a cargo de los hermanos Russo (Marvel) entre otros, quienes ya coquetearon con el cine bélico en la también reciente película de Netlix Tyler Rake (Extaction 2020)

La película se inicia con un tiroteo entre la policía de la ciudad de Mosul y miembros del ISIS. Allí conocemos a Kawa (Adam Bessa) un policía con sentido del deber y bastante entusiasta, el cual es reclutado por el capitán Jassem (Suhail Dabbach), curtido militar endurecido en el fragor de la batalla y de pocas palabras. De allí, el SWAT con su nuevo miembro, iniciaran un peligroso recorrido por las calles de un devastado país, hasta llegar a su objetivo, el cual se mantiene en secreto hasta el final.

La principal baza de la película es su apelo al realismo, como si un documental bélico se tratara. Es admirable la ambientación que reconstruye las calles devastadas de Irak con un realismo tal que sentiremos la desolación y por momentos incertidumbre y claustrofobia de merodear las calles, casas y terrazas de lo que alguna vez fue el hogar de miles de personas. También sentiremos el drama y la desesperación de los civiles huyendo de los desastres de la guerra en un país que no conoce la paz desde la caída de Saddam Hussein en 2003, e incluso más aun, desde la primera guerra del golfo, la famosa “Tormenta del Desierto”

Para mayor disfrute del film quizá haya que estar informado de los últimos acontecimientos ocurridos en Medio Oriente, entre ellos el surgimiento del ISIS, también conocido como “DAESH” o “Estado Islámico” el cual fue un país autoproclamado en 2014 tomando partes de Irak, Siria y Turquía. Este pretendido “Estado” islámico eligió a su propio Califa o Rey y le declaró la guerra a la Civilización Occidental y cristiana e incluso a sus propios compatriotas islámicos considerados “tibios” o “traidores”. El ISIS/Daesh/Estado Islámico surgió sobre un Irak devastado por la finalización de la reciente guerra contra Saddam Hussein, lo cual agravó la crisis humanitaria del país. Demás está decir que ni la ONU ni ningún país reconoció la existencia del nuevo país. En los años siguientes, la acción conjunta de Irak, Siria, Turquía, con ayuda más o menos interesada de EE. UU o Irán (cada uno buscando su propio beneficio) fueron arrinconando al ISIS hasta casi extirparlo.

Un accionar muy común del ISIS y que se relaciona con el film, es el secuestro de mujeres para convertirlas en esclavas sexuales en harenes de miembros del ISIS.

Los puntos negativos de la película son a la vez su principal virtud. El excesivo apego al realismo, así como también algunos bajones de ritmo narrativo para ahondar en la vida cotidiana de los soldados, le juegan en contra y hacen que la película pierda el ritmo bruscamente. Además, su narración realista carece prácticamente de cinematografía, no hay una narración con tiempos cinematográficos ni tampoco una banda sonora que acentúe los momentos, esta falta de “épica cinematográfica” la aleja de productos como Black Hawk Down (2001) de Ridley Scott o de The Hurt Locker (2008) de Kathryn Bigelow.

Las actuaciones están bien, aunque el desarrollo de personajes, nuevamente en su afán de mostrar la imprevisibilidad de la guerra, lleva a que personajes que se acababan de esbozar desaparezcan abruptamente. La acción de la película va de mayor a menor, ya que el final es anticlimático, aunque eso sí, no exento de dramatismo.

El objetivo es mostrar la fatalidad de un conflicto en que se desdibujan los buenos y los malos, en el que las buenas intenciones parecen no importar, aunque la cinta deja un pequeño dejo de esperanza en que hay que luchar por un mañana mejor.

Recomiendo verla en su lenguaje original.