La alegría fluye con estás cintas que nos golpean la cabeza con su irreverencia, trayendo algo de frescura con su mezcla de thriller, suspenso, humor negro y hasta terror, demostrando así que, aunque esta no sea una joya del séptimo arte, nos vamos entretener. No es algo menor hoy en día que el espectador se quede hasta el final esperando su conclusión, es una película del 2018 y hoy la tenemos en el catálogo de Netflix perdida por ahí en el medio de grandes producciones. Veamos de qué se trata «La Perfección».
La premisa nos presenta a una estudiante de violonchelo, Charlotte (Allison Williams) quien supo ser una niña prodigio con su instrumento pero ha dejado su lugar en la música para cuidar a su madre, quien, al morir, le brinda la posibilidad de poder volver al escenario musical, y allá irá Charlotte. Regresará a la escuela que la vio nacer, pero verá que su puesto ha sido ocupado por otra alumna con gran talento, Lizzie (Logan Browning), a la que admira y desea, y por ende, conseguirá tener una relación algo turbia. Ese es el inicio de este film que transitará por los caminos del thriller más clásico.
Con más de un giro de tuerca, «La Perfección» desparrama esbozos al estilo de «Perfect Blue» o de «Whiplash» en cuanto a la obsesión de un artista en busca de la ejecución sin errores. La película avanza con pequeñas muestras de lo que será más adelante, hasta que a partir del minuto 40, la trama explota con esa escena bajando del micro y la explicación que sorprende al espectador, de allí en adelante ya podemos saber lo que va a suceder, ese, quizás sea, el elemento pretencioso de «La Perfección». Punto flojo.
Personajes misteriosos y con un pasado tortuoso son los que manejarán el pulso de la historia, la escuela de música es un lugar artístico pero el director, Richard Shepard, nos muestra cómo puede convertirse en un sitio aterrador, donde la muerte, las aberraciones y la humillación tienen entrada libre. Acierto enorme, sentar la compañía de la música en los momentos más incómodos y pavorosos, dándole un toque bizarro a todo el encuadre dantesco.
La entrada del género de terror que la cinta posee en su tramo final, también se ve venir, pero es algo más clásico y con tomas que logran introducir velocidad al relato, de modo idéntico que en «Parásitos», con menos calidad cinematográfica, obviamente. Las actuaciones van a medida con la película, teniendo como baluarte a Allison Williams, quien no logra una performance a la altura de «Get Out», pero encaja con lo que el film pretende, su partener, Logan Browning actúa algo forzada, sobre todo en la última media hora. Llegando al final, podemos visualizar al villano de toda la historia (Steven Weber) quien tampoco convence con su actuación, le falta más bravura para llevar a cabo su papel, queremos verlo más enojado, más terrorífico, más malvado y más diabólico.
Una propuesta atractiva para los tiempos que corren, si bien, la presentación de la trama es un poco larga, los fanáticos del género del thriller no saldrán decepcionados, pues hallarán todos los tópicos comunes de esta clase de películas. No es algo que quedará en nuestras retinas para la eternidad, pero sí, logrará su objetivo: conformar con su suspenso y entretener a los espectadores. Como consecuencia, no le pidamos más a «La Perfección» porque ya estaríamos desnaturalizando su germen, vale quedarse con lo mejor, que es su segunda mitad. Les dejo el tráiler a continuación. Hasta la próxima.