Charles Bronson nació como Charles Dennis Buchinsky en 1921, hijo de una familia de inmigrantes lituanos que emigraron a EEUU. Combatió en la Segunda Guerra Mundial como artillero de un B-29 Superfotress en el Frente del Pacifico, donde fue condecorado. En la década del cincuenta comenzó una carrera como actor, consiguiendo algunos papeles menores en algunas películas.
Su particular físico y su aspecto de hombre rudo le fue abriendo camino como secundario en varias películas de acción entre las que podemos destacar las exitosas Los Siete Magníficos (The Magnificent Seven – 1960) donde se codeo con estrellas como Yul Brinner, El Gran Escape (The Great Escape – 1963) con Steve Macqueen, o Doce del Patíbulo (The Dirty Dozen – 1967) junto a Lee Marvin.
En los setentas comenzó una fructífera colaboración con el director Michael Winner, al encarnar al Justiciero urbano Paul Kersey, un arquitecto pacifista que decida cobrar justicia por mano propia tras sufrir la muerte de su esposa en un asalto. A pesar de tener una filmografía extensa, Bronson será recordado a la postre por este papel, el cual interpretará en cinco ocasiones entre 1974 y 1995.
Un poco de contexto: Para comienzos de la década del 70, Nueva York era la ciudad más peligrosa e insegura de os Estados Unidos, con índices delictivos elevados, la policía se encontraba desbordada ante el delito, la droga y las guerras de pandillas. No sería hasta la década del 90 en que NY lograría reducir drásticamente estos índices, hasta convertirse en una de las ciudades más seguras de EE.UU.
En este contexto de delito descontrolado surge Death Wish (El Vengador Anónimo en Latinoamérica y Yo Soy la Justicia en España). La idea de un ciudadano de a pie tomando las armas para impartir justicia por mano propia puede parecer un recurso habitual en el cine contemporáneo, sin embargo, la idea era bastante transgresora en aquel entonces y no estuvo exenta de polémicas. Se dijo que la película incitaba al odio o que transmitía un mensaje cuasi fascista. Como suele pasar en estos casos, la polémica solo contribuyó a aumentar la popularidad del film.
Con la llegada de los 80’s y la era Reagan, el paradigma cambió y el cine de acción del tipo “One Man Army” sería lo habitual, dando origen al concepto de “Héroe de Acción” tan popularizado por Sylvster Satallone, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris, o Bruce Willis, entre otros.
En esta línea, Charles Bronson podría catalogarse como el Primer Héroe de Acción, a la par de que dio forma a un concepto de película de acción que se popularizaría con los años, el Genero de “Venganza”. De hecho, Death Wish no es más que un antecedente de Taken (Búsqueda Implacable) a la par de obras (tanto fílmicas como literarias) tales como Men on Fire o The Equializer.
DEATH WISH – El Vengador Anónimo (1974)
Dirigida por Michael Winner y producida por Dino de Laurentiis, cuenta la historia del pacífico y cortes arquitecto Paul Kersey, quien vive junto a su esposa e hija en la ciudad de Nueva York. Veterano de la Guerra de Corea, donde fue objetor de conciencia, tiene una postura progresista acerca de la delincuencia. Su vida se ve sacudida cuando un día un grupo de delincuentes ingresa a su casa a robar, violar a su hija y asesinar a su esposa. Esto lo lleva a comprobar que la policía no puede hacer nada y que el crimen quedará impune. Desilusionado ante un sistema que no lo protege, decide continuar con su vida. Pero un viaje de negocios a Texas le hace cambiar de opinión cuando aprende a usar un arma y un amigo le regala un revolver. A su regreso decide tomar justicia por mano propia y limpiar las calles de delincuentes, saliendo por las noches a patrullar, arma en mano, y ajusticiando a cualquier delincuente que se interponga en su camino.
La noticia de un vigilante nocturno que elimina delincuentes no tarda en llegar a los medios y a oídos de la policía, quienes comienzan una investigación durante la que empiezan a pisarle los talones a Kersey. Paralelamente, la delincuencia comenzó a disminuir, lo que motiva al alcalde a tomar la decisión de no arrestar a Kersey, simplemente alejarlo de la ciudad, ya que cumplió con su cometido. Tras un último enfrentamiento a tiros con delincuentes, Paul Kersey queda herido y arrinconado por la policía capitaneada por el teniente de policía Frank Ochoa (Vincent Gardenia) quien finalmente lo deja huir.
La escena final nos muestra a Paul Kersey llegando a Chicago, donde tras ver a unos rufianes en la estación, les hace el gesto de “Bang” con el dedo, dando a entender que su cruzada contra el delito no ha terminado.
DEATH WISH 2 – El Vengador Anónimo 2 (1982)
Casi una década después llegaba la primera secuela de Death Wish. El cambio de década trajo aparejado algunos cambios. La violencia en el cine ya no era un tabú tan grande, y además la franquicia quedaba ahora en manos de The Cannon Group de los primos israelíes Menahem Golan – Yoram Globus, quienes tendrían un importante papel en el cine e explotación en VHS en los 80 y parte de los 90 produciendo decenas de cintas de acción, ciencia ficción, terror y artes marciales.
En esta entrega Paul Kersey lleva una vida tranquila en California (adonde se ha trasladado la delincuencia hacia los ochentas) junto a su novia y a su hija (que ha quedado autista por la violación anterior). Un día sufre un robo de parte de carteristas, quienes a través de su billetera dan con su casa ingresan en ella, violando y matando a su sirvienta, y asesinando a su hija. Esto lleva a Kersey a tomar nuevamente la justicia en sus manos, cazando uno a uno a los responsables del crimen.
Death Wish 2 tiene un notable incremento de acción y violencia, en escenarios de decadencia suburbana y marginalidad, algo muy logrado y en lo que destacan los productos de la Cannon. Michael Winner repitió en la dirección.
DEATH WISH 3 – El Vengador Anónimo 3 (1985)
El éxito de la segunda entrega puso en marcha una nueva secuela, Michael Winner volvería por última vez tras la dirección. En esta entrega Paul Kersey vuelve a Nueva York, en este caso a un suburbio a visitas a un antiguo amigo de la guerra, solo para descubrir que fue asesinado ante sus ojos. El barrio quedo en medio de una cruenta guerra de pandillas que se disputan el control de los edificios. Paul Kersey es inculpado de forma descabellada en el crimen, y su identidad del Vigilante es descubierta. Rápidamente llega a un acuerdo con el Jefe de Policía para que haga su trabajo de limpieza de delincuentes en el barrio. El Capitán Richard Shriker (Ed Lauter) le garantiza protección y provisiones para ser nuevamente El Vigilante.
De esta forma Paul Kersey desata una verdadera guerra en el barrio, al que terminan sumándose los propios vecinos, hartos de los abusos de las pandillas criminales.
Death Wish 3 es indudablemente la secuela con más acción y violencia de toda la saga, con escenas de combate callejero a campo abierto muy logradas y trepidantes. Todo el acto final de la película es el de una auténtica guerra civil, n la que incluso veremos artillería pesada.
DEATH WISH 4: The Crackdown – El Vengador Anónimo 4 (1987)
Apenas dos años después llego la cuarta entrega, esta vez dirigida por J. Lee Thompson. En esta entrega Paul Kersey nuevamente alejado de su labor de vigilante se encuentra en pareja con una periodista la cual tiene una hija, esta muere trágicamente debido a una sobredosis de cocaína, lo que lleva a Paul a vengarse de los vendedores de drogas. En este punto un misterioso millonario lo contacta y le pide que trabaje para él, para acabar con los carteles de drogas que asolan la ciudad, suministrándole para ello todas las armas y provisiones necesarias.
Death Wish 4: The Crackdown refleja el azote de la cocaína a fines de los 80’s en EE.UU, algo que se popularizó en el cine de explotación policial y de acción en aquel entonces, con tramas de mafias y narcos. A diferencia de las anteriores, esta entrega tiene un guion más cuidado, el cual incluye un par de vueltas de tuerca a la historia, lo cual la hace menos lineal.
DEATH WISH 5: THE FACE OF DEATH – El Vengador Anónimo 5: El Rostro de la Muerte (1994)
A mediados de los noventas llegó la última entrega de la saga dirigida por el ignoto Allan A. Goldstein. En una época en que el interés por este tipo de cintas había decaído, esta entrega directo a video, ya sin la Cannon, tuvo un tibio recibimiento. Sin embargo, aunque indudablemente es la más floja de la saga, es un epilogo decente a una franquicia que llevaba ya dos décadas, y una despedida correcta para el personaje interpretado por última vez por un Charles Bronson de 74 años. El actor fallecería en 2003 a los 81 años.
La historia se traslada a Canadá en donde Paul Kersey lleva una vida tranquila junto a su novia, una diseñadora de modas. Cuando el ex marido de esta, un mafioso del mundo de la moda, la asesina por descubrir sus vínculos con las drogas, Paul Kersey decide vengar su muerte y proteger a su hijastra.
La película es un modesto producto de explotación de serie B de directo a video, que sin embargo entretiene y cuenta con una dirección correcta.