Netflix presenta una seguidilla de estrenos en los último meses que, en ocasiones, no nos deja tiempo para ver todas sus producciones. La pandemia colabora con nuestras ansias de comernos el material fresco de la «N» roja, aunque con algunas cintas no quedemos conformes o directamente, critiquemos lo que hemos visto. El suspenso tiene una gran cantidad de público que sigue anhelando sorprenderse con nuevas series o películas, este género posee numerosas cualidades para atraer al público en general: giros inesperados, momentos inquietantes, escenas shockeantes, velocidad en el relato y un final que, casi siempre, nos guarda una sorpresa.
En esta oportunidad les traigo la reseña de «Oxígeno», la última película del director Alexander Aja, quien ha sabido acercarnos cintas como «Las colinas tienen ojos» o «Pirañas 3D». Es decir, que estamos ante alguien que sabe como crear una escena de miedo e impactar al espectador, llenándolo de adrenalina. Algo de eso hay en esta cinta francesa. Pasemos, pues, al análisis de «Oxígeno».
Arranquemos por lo básico. ¿De qué se trata «Oxígeno»? Bueno, les diré amigos que es una historia que ya se ha visto, y que, si tenés fresco en la memoria el film de Rodrigo Cortés «Enterrado», protagonizado por Ryan Reynolds y lográs hacer una comparación, estarías acertado. Aquí, la historia nos presenta a Elizabeth, Mélanie Laurent (a quien seguro tenés de Bastardos sin gloria) atrapada en una cámara criogénica sin saber cómo se llama o cómo llegó allí; y no hay mucho más que decir, sólo que el argumento del film se basará en lo que ella pueda averiguar sobre lo que le está pasando, y cómo encontrar la manera de salir de su encierro.
La intriga nos llega desde el comienzo y seguramente ustedes, al igual que yo, querrán conocer el camino que recorrerá la vida de Elizabeth a partir del minuto uno. El director se las ingenia para ir entregando datos de a cuenta gotas, como para sembrar aún más la intriga en nuestras mentes, esa es la parte psicológica que posee la película. El manejo de cámara es muy bueno, teniendo en cuenta las limitaciones que las dimensiones de una cámara criogénica le brinda, es por eso que no hallaremos los mejores planos, dado que casi todos ellos son monopolizados por un primer plano y la excelente actuación de Mélanie Laurent, quien se carga la película al hombro y nos la hace muy fácil de ver. La poca información que nos llega, la podemos ver a través de flashbacks, ya que en algunos momentos de la cinta, Elizabeth logra recordar por partes su pasado.
Gracias a la protagonista, sufriremos con ella el encierro, la claustrofobia, la desesperación, el agobio y el miedo de no salir nunca de su jaula. Elizabeth será nuestro conducto hacia la locura, pero también hacia la cordura y el minucioso estudio de las posibilidades de escapar viva de su tortuosa prisión. La fotografía se limita a mostrar lo que el relato pide, y nada más, no es un aspecto que se pueda resaltar de «Oxígeno». El elemento futurista se presentará en no saber si estamos hablando del presente o del futuro, ya que Elizabeth contará con la ayuda de la Inteligencia Artificial para guiar sus pasos y lograr, de esa forma, mantenerse con vida a medida que se le acaba el aire para respirar.
En resumen de cuentas, podemos decir que «Oxígeno» no descubrió la pólvora pero te hará pasar un buen momento contándote una linda historia para lograr entretenerte, que sigas suscripto a Netflix y luego de esto, pidas más. Mi puntaje final sería un 7, como para decir que he visto algo bueno; no innovador, pero sí, algo que me entretuvo con una buena performance de parte de la actriz Mélanie Laurent. Si es por mi, podés darle Play a «Oxígeno». Te dejo el tráiler a continuación.