Recetas para preparar el Blockbuster de hoy: tome una pizca de Highlander (1986), una porción de Old Guard (2020), y porciones de Fast & Furious, Matrix e Impossible Mission, mezclar, cocinas en Paramount + durante 1h 46min, y voilà! tenemos la última película de Antoine Fuqua (Trainig Day, The Equalizer, King Arthur)

Sin embargo, debemos aclarar que el autor de esta receta no es solamente el director, sino que “Infinite” se basa en una novela «The Reincarnationist Papers» de Eric Maikranz.

Infinite plantea un mundo en el que existen personas que nacen con la capacidad de poder reencarnar o más bien, traspasar su mente y recuerdos a un nuevo cuerpo al morir. La nueva persona crece y al llegar a la adolescencia “recuerda” quien es, así como también todas sus encarnaciones pasadas.

Por lo tanto, estas personas vienen siendo prácticamente las mismas desde los tiempos Antiguos.

Sin embargo, hay una guerra entre ellos, porque existen dos bandos, los “Creyentes” que usan su don para bien de la humanidad, y los “Nihilistas” que quieren poner fin a un don que ellos consideran una maldición. Liderados por Bathurst (Chiwetel Ejiofor) buscan acabar con la humanidad, para ya no tener cuerpos en los que reencarnar.

El protagonista de la historia es Evan McCauley (Mark Wahlberg) un perturbado hombre que lleva una vida errante y depresiva, que siente que no encaja en el mundo y no logra salir de la depresión que lo invade. Él no lo sabe, pero en un Creyente, solo que aún no lo descubrió. Pronto, ambos bandos en guerra hace siglos, se disputan su adhesión, lo que llevará a McCauley a descubrir la verdad de lo que está ocurriendo y su importante papel en esta lucha ancestral.

Esta es la premisa inicial de Infinite, tras lo cual la cinta se desenvuelve de forma vertiginosa, llevándonos de un lugar a otro del mundo, con escenas de acción y persecución que poco tendrían que envidiarle a MI o Fast & Furious, tiroteos, artes marciales y todo lo que debe tener una superproducción de calibre que se precie de competir por ocupar un lugar en el mundo de los blockbusters estilo Michael Bay.

Con esta descripción queda claro que la película es un pasatiempo asegurado, divertida y dinámica, sin embargo, no está exenta de defectos, y algunos de ellos bastante graves. El principal es la falta de carisma e identidad propia, ya que se siente como un corte y pegue de muchas otras películas, con personajes estereotipados, y con escasas sorpresas en un guion bastante lineal y predecible. Se siente por momentos que todo lo hemos visto en algún otro lado, en un mix distinto.

Infinite está orientada hacia la acción y el sci fi, aunque quizá hubiera funcionado mejor como un thriller de suspenso. Además, la excesiva información que se da en poco tiempo, hace pensar también en que quizá hubiera funcionado mejor como una serie de pocos capítulos, ya que hubiera desarrollado mejor a los personajes y sus motivaciones.

Una película con ambiciones de franquicia, que será de agrado de los que busquen un entretenimiento pasajero, pero no de los que exijan un guion sólido.