De vez en cuando la «N roja» nos sorprende con series de altísimo nivel para que podamos devorar todos los capítulos unos tras de otro como si fueran deliciosos bocadillos de un gran banquete. En este caso tenemos a «Archivo 81», la nueva niña mimada de este 2022 que cuenta en la producción con Rebecca Sonneshine y el enorme Jame Wan quien deja su sello plasmado en los 8 episodios que dura esta serie de suspenso-terror-found footage-sobrenatural, una hermosa mezcla que empezaremos a desmenuzar en este momento. Recuerden que si no están de acuerdo con esta reseña pueden dejar sus opiniones en los comentarios.
Para comenzar, aclaremos que «Archivo 81» está basada en un podscast del mismo nombre. La serie nos presenta a Dan Turner, un restaurador de sonido que es contratado por una empresa casi fantasma para que mejore unas cintas de video enigmáticas, dichas filmaciones pertenecen a una chica, Melody Pendras, quien desapareció luego de realizar varias encuestas a la gente que vivía en el edificio Visser, el cual se incendió misteriosamente. La cuestión es que Dan se interna en una casa lejana, sin conexión a internet en medio del bosque para trabajar tranquilo en las restauraciones que se le encargaron.
Dan empieza a sentir empatía con Melody y más aún cuando ella termina sus videos pidiendo ayuda. Ahí, él trazará un camino detectivesco para poder encontrarla y saber en realidad qué sucedió con ella, más allá de que esas cintas son del año 1994. El elemento sobrenatural entra cuando Dan y Melody se encuentran y comienzan a charlar, ahí en ese encuentro onírico, Dan le explica que ella está muerta, que murió en ese incendio de 1994 y partir de allí oscuros secretos saldrán a la luz haciendo que él viva una verdadera pesadilla, aunque no por eso abandonará la búsqueda de Melody. Este último aspecto dará paso al terror psicológico, nos sumimos en la mente del protagonista que es aquejado por su pasado y por la obsesión que ha desarrollado con esos videos VHS.
La serie desarrolla dos tramas temporales, la actual en la que Dan restaura las cintas y la de 1994 en la que Melody graba los reportajes con los inquilinos del edificio Visser que ya, de por sí, emana una atmósfera más que inquietante transformándose en un personaje muy importante en el desarrollo de la historia; sus departamentos, su gente, su misterio y la posible maldición que pesa sobre él harán que el suspenso crezca aún más llegando a presentar escenas cargadas de mucha tensión. Punto a favor de la serie.
Debo decir que esta serie me atrapó de inmediato, posee una narración dotada de mucha intriga sazonada con una fotografía que le calza justo a la historia, son 8 capítulos muy adictivos pero que se caen un poco allá llegando por el final, no obstante, eso no opaca su gran calidad. Veremos muchas referencias a películas clásicas, empezando por el género found footage: «El Proyecto Blair Witch», pero podemos seguir con «El Resplandor», «El Bebé de Rosemary» («La semilla del diablo», en otros países), «El Inquilino» y «El Conjuro». Todos estos enormes films son retratados aquí de forma bastante clara. Hay elementos de Lovecraft, sectas, animales de aspecto monstruoso, brujería y conspiraciones con toques de los mejores thrillers. Un cóctel para ver ya mismo.
Las actuaciones son muy buenas, aparecen pocos personajes a través de los episodios pero cada uno de ellos realiza un papel muy importante en la trama, los dos principales (Dan y Melody) se comen la serie y la sostienen de un modo fantástico logrando que las pocas locaciones utilizadas sean tan eficientes como el guion. Esta clase de terror funciona muy bien, pasar cintas VHS a mejor calidad dando entrada a acontecimientos sin resolver del pasado, una premisa que esta ocasión resulta atrapante desde el minuto cero. Uno de los aspectos más llamativos y cautivantes es el estado mental de Dan, este último va adquiriendo un nivel de locura que lo hace dudar de los que ve y escucha, al mejor estilo «Jack Torrance» pero con un final algo distinto.
Si hasta ahora son todos elogios es porque la serie se los merece, mantiene un nivel de misterio muy alto, pero pasando al aspecto más flojo, puedo decir que los capítulos son algo largos (duran 1 hora cada uno) y que el relato decae allá por los episodios 6 y 7 dejando en el cierre una gigantesca puerta abierta para una segunda temporada y eso es algo que también me molestó, que una de las tramas principales no se haya cerrado, una movida no muy inteligente para aquellos que somos seguidores de esta clase de productos.
En resumen, «Archivo 81» es una excelente propuesta para aquellas personas que gustan de la intriga y el misterio en altas dosis. Quizás si hubiera constado de 6 episodios en vez de 8, estaríamos hablando de una de las mejores series de los últimos tiempos, aún así vale la pena verla porque es adictiva y muy bien llevada en el pulso de la narración. Espero con ansias la segunda temporada para ver ese cierre que quedó incompleto. Te dejo el tráiler por acá abajo. Nos estamos viendo en la próxima reseña de Anochecine.