La Masacre de Texas es una de las películas de terror más famosas y su protagonista más destacado, el asesino de la motosierra “Leatherface” es una de los personajes más icónicos del mundo del cine de terror, a la altura de Jason Vorhees, Freddy Kruger, Michael Myers, Pinhead o Candyman, entre otros. Sin embargo, y contrariamente a lo que el imaginario podría llegar a ceer, su filmografía es de hecho más irregular que la de los anteriormente nombrados. Este es uno de esos casos en que el personaje es más famoso e importante que sus propias películas, más que nada en lo relacionado a calidad o coherencia de ellas.
ORDEN PARA VER LAS PELICULAS
Existen 4 formas de ver las 8 películas de la Masacre de Texas
Haremos un repaso por las ocho películas que componen la franquicia entre 1974 y 2017. La mayoría están ahora disponibles en las principales plataformas de streaming del mercado
“The Texas Chainsaw Massacre” (1974)
Dir.: Tobe Hooper – Prot.: Marilyn Burns, Gunnar Hansen, Edwin Neal, Allen Danziger, Paul A. Partain, Jim Siedow, Teri McMinn
En 1974 se estrenaba una de las películas de terror más influyentes y controvertidas de todos los tiempos: “The Texas Chainsaw Massacre” (La Masacre de Texas). Rodada con apenas 140.000 dólares, fue la segunda película del director Tobe Hooper, estableciendo los parámetros futuros de muchas producciones del género Gore y Slasher
The Texas Chainsaw Massacre no es una película perfecta, de hecho, dista mucho de serlo, pero sus principales defectos son también sus principales virtudes: su simpleza y amateurismo. Realmente consigue una atmosfera incomoda que trasmite mala vibra durante el film, la sensación de peligro latente es acompañada por una efectiva e inquietante banda de sonido. El terror claustrofóbico puede sentirse aun cuando gran parte de la película transcurre de día y en espacios abiertos. Podría decirse que el punto más fuerte de The Texas Chainsaw Massacre es todo lo que sugiere más de lo que muestra, ya que la idea en sí de la trama es suficiente como para helar la sangre, aún más en un temprano 1974.
La trama consiste en cinco jóvenes que a bordo de una camioneta recorren las rutas de Texas para visitar la tumba familiar de dos de ellos, los hermanos Sally y Franklin Hardesty (este último en silla de ruedas), interpretados por Marylin Burns y Paul Partain. Los acompañan en su viaje Jerry (Allan Dazinger), Kirk (William Vail) y Pam (Teri McMinn). Todo era diversión hasta que en plena ruta levantan a un desalineado desconocido el cual no parece estar en sus cabales. Tras un momento incomodo lastima a Franklin con una navaja y se baja de la camioneta. Esto deja turbado a los chicos y desde allí el viaje deja de ser divertido. Tras consultar la dirección que buscan en una estación de servicio (atendida por un estrafalario hombre también), llegan a la casa familiar de los Hardesty. Sin embrago toman la mala decisión de inspeccionar una casona en la lejanía y es allí donde son atacados por un misterioso hombre alto y enmascarado. Uno a uno comienzan a caer en manos de lo que parece ser una familia de psicópatas canibales. El viejo de la estación de servicio (Jim Siedow) y el que levantaron en la ruta (Edwin neal), resultan formar parte de ella. Aparentemente vienen haciendo esto desde hace años, capturar turistas, matarlos y carnearlos para comerlos y hacer embutidos con su carne. Mientras que el asesino mayor, porta una careta hecha con los rostros destajados de sus víctimas. Finalmente, solo Sally sobrevive, solo para ser capturada y llevada a la mesa familiar donde le espera una especie de ritual en modo de enfermiza cena familiar en la que asisten todos y en la que el invitado estrella es el Abuelo de la familia, un antiguo matarife tan anciano que parece momificado y cuya permanencia con vida escapa a todas las lógicas de la anatomía. Antes de que asesinen a Sally como si se tratara de ganado, esta huye a duras penas del lugar tirándose por la ventana y corriendo a campo traviesa. Así llegamos al clímax del film con Letaherface (Gunnar Hansen) motosierra en mano y el viajero persiguiendo a Sally hasta la ruta en donde el Caminante encuentra la muerte al ser atropellado horriblemente. Sally consigue subirse en la parte de atrás de una camioneta logrando escapar por poco de un Letaherface enfurecido, quien queda danzando al son de su motosierra mientras vemos el amanecer de fondo.
Así termina The Texas Chainsaw Massacre, película que tuvo problemas de censura en países como Australia y el Reino Unido (los famosos videos nasty). La cinta ha envejecido un bastante mal, siendo quizá su único aliciente para el re visionado el hecho de que se trate de un film de culto, el cual sentó las bases de las secuelas/remakes instaurando los elementos que no deben faltar en la franquicia:
- Un grupo de jóvenes viajando
- Cruzarse con un desconocido que hace dedo
- Parar en una estación de servicio de mal aspecto
- Recibir indicaciones de un extraño
- Encontrar la casa llena de huesos humanos usados como adorno
- Ser perseguidos por Letaherface
- Conteo de muertes
- Cena donde están sentados todos los miembros de la familia caníbal
- Protagonista que huye
Cualquiera sería capaz de suponer que una película que lleva semejante título sería un desfile grotesco de miembros y tripas, tiñendo de rojo la pantalla, pero no es así. De hecho, aquel que haya conocido primero sus secuelas, precuelas y/o remakes o “recuelas” descubrirá que no hay nada explicito ni sanguinario, eso sí, encontrara escenas de tensión y perturbadoras. Particularmente destaco el clímax final donde asistimos a la perdida de razón de la protagonista.
Cuatro años después John Carpenter estrenaría Halloween, con la cual comparte el hecho de haber sido rodada con bajo presupuesto, lograr una atmosfera aterradora y presentar a un personaje sin rostro e invencible, modelo de los futuros Slasher que inundarían los cines en los siguientes años de fines de los setentas y principios de los ochentas.
Esta película no solo influyó en los slashers futuros (Halloween, The Burning, Maniac, The prowler, etc.), sino que también lo hizo con otro subgénero del terror que se fue volviendo popular, el de las familias White Trash de Hillbillys, Rednecks, Crackers, etc., con inclinaciones homicidas o caníbales, los cuales pueden ser o no deformes por la endogamia o algún otro elemento. Dentro de este género tenemos películas como The Hills Have Eyes o Wrong Turn
“Texas Chainsaw Massacre 2” (1986)
Dir.: Tobe Hooper – Prot.: Dennis Hopper, Caroline Williams, Jim Siedow, Bill Moseley, Bill Johnson
Debido al éxito en taquilla de La Masacre de Texas, parecía que una secuela era inminente, sin embargo, tuvieron que pasar doce largos años para que esta se concretara. Tobe Hooper repitió como director y aunque tenía todo para ser un éxito, la película fue un rotundo fracaso debido al cambio brusco de tono que sufrió. Se añadieron toques de comedia y los personajes (ya de por si grotescos en la anterior) parecen aquí una parodia de sí mismos.
En esta entrega, Leatherface (Bill Johnson) aparece súbitamente en una carretera a bordo de una camioneta manejada por su hermano Chop-Top (Bill Moseley) para atacar a dos jóvenes que justo estaban saliendo al aire telefónicamente en el programa de radio local, quedando sus muertes registradas por la emisora. Nos hacen saber que, durante estos trece años, la familia caníbal prosiguió con sus matanzas, residiendo ahora en otro lugar y ya no en su antigua casona. Esto atrae la atención de Lefty Enright (Dennis Hopper), un antiguo militar que vive depresivo y alcoholizado, obsesionado con encontrar a los responsables de las muertes de los jóvenes en 1973, y a quien nadie parece creerle sobre quienes son realmente los responsables.
Entretanto, Stretch Brock (Caroline Williams) la conductora del programa de radio que grabo la muerte de los jóvenes al inicio, decide ayudar a Elright pasando el audio al aire. Esto atrae a la emisora a Leatherface y Chop-Top, y tras una batalla, los hermanos vuelven a su refugio (un parque de atracciones abandonado) hasta donde los persigue Stretch Brock. Luego de ser capturada y de correr la misma suerte de Sally trece años antes (es decir, obligada asentarse en la mesa a cenar con la familia de dementes, abuelo incluido) afortunadamente llega Elright ataviado de motosierras para tener un duelo final de motosierras con el propio Letaherface en una especie de parodia de Star Wars. En la batalla final mueren tanto Elright como El Cocinero (Jim Siedow), y aparentemente el propio Leatherface. Stretch a duras penas escapa, luego de vencer a Chop-Top con la motosierra, tras lo que parece que termina perdiendo la razón.
Parece mentira que el mismo director y guionista de la original haya realizado esta secuela tan diferente, plagada de situaciones extravagantes y personajes que hacen acciones incomprensibles y carentes de lógica. Quizá lo único destacable del film sea su nivel de violencia, más elevado y explicito que en la anterior, con unos potentes FX a cargo del legendario Tom Savini. Además, podríamos destacar la banda de sonido, muy ochentera eso si, como gran parte del feeling de la cinta. Mucha irreverencia similar a “Texas Chainsaw Massacre 2” seria vista al año siguiente en Evil Dead 2 (Sam Raimi), estrenada al año siguiente, solo que allí si el humor y lo bizarro se sienten más naturales dada la naturaleza del film de Raimi. El ambiguo final de la película no parece confirmar que pueda haber una secuela.
“Leatherface: Texas Chainsaw massacre III” (1990)
Dir.: Jeff Burr – Prot.: Kate Hodge, Ken Foree, Viggo Mortensen
En 1990 llegó sorpresivamente la tercera entrega de La Masacre de Texas. Dejando atrás la irreverencia y la comedia, decidió apostar por una puesta en escena más oscura y violenta, muy en la vena del cine de terror de aquella época. De hecho, los nuevos propietarios de la franquicia, New Line Cinema, querían convertir a Leatherface en el nuevo Freddy Kruger. Quizá por eso la impronta del film tenga un aura a los productos de new Line y sus slashers característicos. De esta forma, Texas Chainsaw Massacre 3 deja un poco de lado no solo la comedia de la de la segunda parte, sino que también del ambiente enfermizo y claustrofóbico de la primera entrega para entregarnos una versión de la saga más cercana por momentos a viernes 13.
La historia nos pone en la piel de Michelle y Ryan (Kate Hodge, William Butler) una pareja en crisis que atraviesa el país en auto. Tras un problema con el vehículo, paran en una estación de servicio donde conocen a Alfredo (Tom Everett) el dueño que resulta ser un malhumorado y violento abusador, y a Tex (Viggo Mortensen) un forastero que los ayuda y los guía por una carretera alternativa. Tras recorrer el nuevo camino se cruzan con Leatherface quien comienza a perseguirlos. Nunca se aclara que paso con Chop-Top o El Cocinero de la anterior película, casi como si no hubiera conexión con la anterior, así como tampoco queda claro de donde salieron tantos familiares o donde está la casa original. En la huida chocan contra la camioneta de un explorador llamado Benny (Ken Foree) y al caer la noche en el bosque están a merced del asesino, a la par que se cruzan con una superviviente de otra masacre y una niña que los ayuda. Tras varias idas y vueltas, Ryan cae en una trampa de osos y Michelle llega hasta una casa en la que descubre que Tex es cómplice del asesino enmascarado que los persigue, y que todos forman parte de una familia psicópata caníbal. Justo cuando Michelle está corriendo la misma suerte que sus antecesoras femeninas de la saga (cenar con la familia antes de que la sacrifiquen como ganado) irrumpe Benny con una ametralladora y mata a varios miembros de la familia.
Después de esto Michelle y Benny huyen a través del bosque mientras esquivan tanto a Leatheface como a Alfredo y Tex. Tras lograr acabar con casi todos ellos en sangrientos encuentros, logran ponerse a salvo y retomar la carretera, mientras la amenaza de Leatherface sigue latente.
Leatherface: The Texas Chainsaw Massacre III no es una mala película de terror (quizá regular) pero si es una mala secuela de la franquicia. No encontrando realmente su tono adecuado o lo que quiere ser. Deja muchas preguntas acerca de cómo, cuándo o dónde se llegó a lo que pasa. Las escenas violentas están bien, pero no son lo suficiente como para elevar el film del umbral de una película mediocre más, quizá más recordada hoy por contar con Viggo Mortensen como villano. Las escenas del bosque son muy oscuras y se nota que el film sufrió recortes. La factura técnica es muy similar al de otras producciones de New Line Cinema. Recomendada solo para los que deseen completar la colección de la saga.
“The Texas Chainsaw Massacre: The Next Generation” (1994)
Dir.: Kim Henkel – Prot.: Renée Zellweger, Matthew McConaughey
¿Una película de la Masacre de Texas con 3 Oscars? En 1994 salió la cuarta entrega de la franquicia, llamada simplemente The Texas Chainsaw Massacre: The Next Generation y dirigida por el guionista de la entrega original Kim Henkel. Contaba en sus protagónicos a unos jóvenes Renée Zellweger y Matthew McConaughey, quien años después se volverían destacadas estrellas de Hollywood (Matthew McConaughey ganaría un Oscar por Dallas Buyers Club y Renée Zellweger ganaría dos, uno por Cold Mountain y otro por Judy). Más allá de la anécdota pintoresca, lo cierto es que esta cuarta entrega de la saga es lejos, la peor de todas. De hecho, es una terrible película de terror y una de las peores películas que se han hecho. El argumento es un disparate sin sentido, los protagonistas parece que tuvieran todos algún impedimento mental y las situaciones que se van sucediendo hace que uno literalmente pierda la razón, pero no por el terror de la película, sino por la película en sí.
En esta entrega, que no parece tener conexión con ninguna de las anteriores, (aunque el prólogo habla de “incidentes” previos) unos adolescentes se alejan de su colegio en su día de graduación, y se internan en el bosque texano, allí sufren un accidente de tránsito en la ruta y cuando llega la ayuda, resulta que el remolcador es un psicópata, mientras el resto del grupo (se habían dividido para buscar ayuda) llega a un lugar donde trabaja una mujer que los ayuda y pide auxilio por teléfono, lo que no saben es que es cómplice de la familia siniestra. Así comienza una noche de terror y persecución en la que uno a uno van cayendo muertos a manos del espeluznante clan. Eventualmente Jenny termina sentada a la mesa de los dementes, en la que asisten todos, Vilmer (Matthew McConaughey), Leatherface (Robert Jacks), Darla Sawyer (Tonie Perensky), W.E. Sawyer (Joe Stevens) y en la que Vilmer afirma trabajar para una organización secreta que controla los resortes de poder de los EE.UU. lo cual parece un desvarío, pero efectivamente se hace presente un misterioso hombre de traje negro a bordo de una limusina llamado Rothman (James Gale). El misterioso hombre parece excitarse con el miedo que siente Jenny por todo lo ocurrido, aun asi, recrimina a Vilmer no hacer bien su trabajo. Tras un intenso y extraño momento donde todos se comportan de forma alocada, Jenny huye de la casa y es perseguida por Vilmer y Leatherface. Amanece y mientras huye por el campo, una avioneta amarilla aparece de la nada y choca a Vilmer matándolo. Leatherface queda lamentándose y dando vueltas con su motosierra, mientras Jenny es rescatada por la limusina de Rothman quien la lleva a un hospital a recuperarse, en el que también está internada Sally Hardesty, la sobreviviente de la primera entrega.
Realmente no sabría por dónde empezar a decir que salió mal de esta entrega. El guion es caótico y el argumento no lleva a ninguna parte. El gore esta ausente y Leatherface (que aquí es travesti) no mata a nadie con la sierra. Vilmer es medio ciborg, ya que tiene una rodilla que se acciona con control remoto (casi un eco de Alfredo, personaje que la anterior entrega repetía “la tecnología es nuestra amiga”). El personaje de Rothmman, quien lleva unos extraños signos cabalísticos en la piel, no tiene desarrollo y no se entiende que es la organización a la que pertenece. En definitiva, un delirio de principio a fin y el punto final para la franquicia iniciada en 1974. Además de que fue un fracaso en taquilla y critica, algo que ya venía siendo norma en la franquicia.
The Texas Chainsaw Massacre (2003)
Dir.: Marcus Nispel -Prot.: Jessica Biel, Jonathan Tucker, Erica Leerhsen, Mike Vogel, Eric Balfour, Andrew Bryniarski, R. Lee Ermey, David Dorfman
Durante mucho tiempo se habló de continuar la franquicia, pero en vistas de las secuelas que se venían sucediendo, parecía que nadie tenía ni la menor idea de qué hacer con Letaherface y compañía. Casi una década después y de la mano Micahel Bay en la producción, y con la dirección de Marcus Nispel, se decidió por una Remake de la original. El resultado fue muy satisfactorio, al punto de que es una de los pocos ejemplos de remake que incluso superan a la original.
Es 1973 y Erin (Jessica Biel), su novio Kemper (Eric Balfour) y sus amigos Morgan (Jonathan Tucker), Pepper (Erica Leerhsen) y Andy (Mike Vogel) viajan a un recital en su camioneta, recorriendo las rutas de Texas. Allí levantan de la ruta a una mujer que parece haber sido abusada y que está en shock. De pronto la perturbada mujer saca un arma que llevaba oculta y se vuela la cabeza. Conmocionados, los chicos paran en un bar de la ruta a pedir ayuda. Mientras unos esperan al sheriff, otros se adentran a ver la zona. Al recorrer el lugar todo se vuelve más tétrico al descubrir un parque lleno de autos abandonados y una misteriosa casona derruida a lo lejos. Al llegar el sheriff Hoyt (R. Lee Ermey) notan que hay algo raro en su comportamiento y forma de ser desalineada. Agresivo y morboso, se lleva el cuerpo de la mujer muerta. Mientras tanto, los que exploraban la casona descubren que dentro habita una familia de psicópatas que secuestra y asesina personas para hacer comida con ellos. El sheriff Hoyt es parte de ella y comienza una sangrienta y desesperante cacería en la que uno a uno irán cayendo los jóvenes, hasta que solo queda con vida Erin. En su huida, se refugia en el antiguo matadero abandonado. Allí tendrá el enfrentamiento final con el asesino Leatherface, del que se escapa a duras penas, dejándolo mutilado. Luego de huir hacia la ruta, se hace con un vehículo con el que atropella al sheriff, para finalmente huir del lugar a salvo. La película inicia y termina con un found footage policial que nos afirma que todo fue real.
El principal atractivo de la película es su crudeza y realismo. La suciedad y el logrado ambiente prácticamente se pueden oler. Esta estética sería la norma de allí en más para muchas películas del genero estrenadas en la época. El diseño de producción es muy bueno, los efectos están muy logrados. Parecía que el director estaba particularmente entusiasmado con Jessica Biel porque la mayoría de los planos la favorecen sugerentemente en plan fanservice. Las escenas gore son crudas y uno puede sentir la desesperación de los protagonistas ante las situaciones que se van sucediendo. Destaca particularmente el sheriff y su enfermizo comportamiento. Leatherface aquí luce temible (interpretado por Andrew Bryniarski “Zangief” de Street Fighter 1994) y curiosamente, el final de la película no deja la puerta abierta a una secuela, contrariamente a lo que podría esperarse. La cinta tuvo una buena recepción en taquilla y cierto sector de la crítica.
The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning (2006)
Dir.: Jonathan Liebesman – Prot.: Jordana Brewster, Matt Bomer, Taylor Handley, Diora Baird, R. Lee Ermey, Lee Tergesen, y Andrew Bryniarski
Tas el éxito del remake, y para aprovechar el tirón, se hizo una precuela mostrando los orígenes de la familia maldita, centrándose en leatherface. Así nos muestran como un niño deforme fue abandonado al nacer en un basurero (su madre murió en el parto) y como fue rescatado por una mujer llamada Luda (Marietta Marich) que lo crio como su hijo. Con los años el niño (Thomas) se convirtió en un enorme adulto que trabajaba en el matadero local, hasta que éste cerró. Esto lo perturbo a tal modo que mato a su jefe, por lo que la policía lo fue a detener. Durante el arresto todo sale mal, Charlie (R. Lee Ermey) el tío de Thomas asesina al sheriff y a los demás policías. Después de eso toma su lugar y desde entonces se convierte en el sheriff impostor que vimos en la película anterior, vigilando un pueblo casi fantasma, solo habitado por su familia disfuncional. Estos se irán corrompiendo cada vez más con los años, para terminar convirtiéndose en la familia de asesinos que todos conocemos, de la que también forma parte leatherface quien adquiere su apodo al empezar a fabricarse mascaras con los rostros destajados de sus víctimas.
Tiempo después conocemos a Eric (Matthew Bomer) un soldado de Vietnam y su hermano Dean (Taylor Handley) quien aún tiene sus dudas sobre enrolarse, y sus novias, Chrissie (Jordana Brewster) y Bailey (Diora Baird). Recorriendo la ruta tienen un accidente mientras huían de unos motociclistas. Cuando llega el sheriff (R. Lee Ermey) en lugar de arrestarlos comienza a intentar matar a todos. Allí empieza el horror, todos son llevados a la casona de la familia donde son torturados, excepto Chrissie que logra huir. Poco después trata de rescatar a sus amigos con ayuda de un motociclista, pero todo termina mal. Finalmente, todos son asesinados, no quedando ningún testigo de las atrocidades, las cuales continuaran en los siguientes años.
La factura técnica de la película trata de ser continuista con la de Marcus Nispel, y el nivel de violencia también. Quizá el principal defecto de la película sea su alta previsibilidad. No sorprende realmente. Asimismo, como precuela es bastante decepcionante ya que la franquicia no tiene tanto lore como para que se sostenga todo el argumento. Leatherface es un invitado secundario ya que el protagonismo recae sobre el sheriff. A su favor podemos decir que entretiene y su visionado es bastante rápido, sin caer en situaciones absurdas, muy comunes en las anteriores entregas. Recomendada si quieren completar la colección de visionado de la saga.
Texas Chainsaw 3D (2013) – Dir.: John Luessenhop Prot.: Alexandra Daddario
Trey Songz, Tania Raymonde, Keram Malicki-Sanchez, Bill Moseley, Scott Eastwood
Cuando todos esperaban una secuela dentro del tono del remake y su precuela, ocurrió lo impensado y en 2013 salió Texas Chanisaw Massacre, secuela de la original de 1974. ¿Acaso no había una segunda entrega salida en 1986? Pues sí, pero ahora solo se tendría en cuenta la original de 1974 y ésta. Similar a lo que ocurrió en su momento con Halloween II (1981) y Halloween II (2018). De esta forma The Texas
Chainsaw Massacre se convierte en una de las franquicias más longevas en continuar de la original (junto con Psicosis o Halloween). La idea era retomar la película en el punto exacto en donde terminaba la primera.
De esta forma la película arranca en 1973, luego de la noche de terror vivida por los jóvenes y que tras la última sobreviviente (Sally) huyera. Antes que la policía llegue a detener a los culpables, se produce una revuelta popular y muchos vecinos deciden hace justicia por mano propia. Se inicia un tiroteo y toda la familia muere a manos de la turba. Una pareja que participo del hecho se roba un bebe del lugar y deciden criarla como su hija. El caso se cerró, si bien nunca se pudo hallar a Leatherface.
Pasaron los años, y aquí hay que hacer una salvedad, no se puede precisar un lapso de tiempo lógico y coherente. Ya que han pasado 40 años de los hechos de la primera película y sin embargo conocemos a la protagonista, una Alexandra Daddario apenas salida de la adolescencia, lejos de aparentar los 40 años que la lógica cronológica dice que debería tener. Pero bueno, apliquemos los tiempos del cine a lo Jemes Bond y continuemos. Como dijimos, pasaron los años y Heather Miller (Alexandra Daddario) recibe una carta donde le dicen que ha heredado la antigua mansión de su familia, por lo que decide viajar a texas acompañada de sus amigos.
Al llegar les espera el horror al descubrir que Letaherface aún vive, escondido en el sótano de la casa. Así comienzan a caer asesinados cada uno de ellos, quedando solo Heather con vida. Sin embargo, la película tiene una vuelta de tuerca inesperada al descubrirse que el alcalde y la policía ocultaron todo acerca del linchamiento de la familia Sawyer, y que ahora van a completar el trabajo eliminando también a Heather. así, la situación da un vuelco de 180° cuando Heather pide ayuda y se amiga con su “primo” Leatherface, que se encarga finalmente de acabar con el alcalde y los policías corruptos. De esta forma, Heather asume su lugar en la casa como protectora de leatherface.
Texas Massacre “Herencia Maldita” es una película muy irregular. Tiene muchas conveniencias y agujeros de guion. La trama se va volviendo estrafalaria y con varios sinsentidos. Tratar de convertir a Leatherface en una víctima y que sea el nuevo (anti)héroe es muy forzado y uno no logra empatizar con él, aunque los villanos merezcan su destino final. Asimismo, tampoco queda muy en claro el año transcurren los hechos, como se dijo al principio. Quizá lo más destacable sea el nivel de violencia, el cual es bastante elevado, aunque lo malo es que en esa época estaba en su apogeo el renacer del 3D por lo que mucho del metraje adolece del defecto de tener situaciones en la que los objetos se acercan a la cámara, y a veces el CGI canta bastante. Como secuela queda por encima de la de 1986, pero por debajo del remake.
Leatherface (2017) – Dir.: Alexandre Bustillo, Julien Maury Prot.: Lili Taylor, Stephen Dorff, Sam Strike, Vanessa Grasse, Finn Jones
Texas Massacre 3D, a pesar de sus detractores, tuvo el moderado éxito suficiente como para dar luz verde a una secuela. Sin embargo, se decidió que sería una precuela de la película original de 1974, ignorando el remake de 2003 y su respectiva precuela de 2006. Para esta altura el visionado de las películas era un embrollo de secuelas, precuelas y remakes.
El objetivo era centrarse en contar el origen de Leatherface. Sin embargo, la forma en que se hizo podría ser un poco decepcionante. Ya que se decidió ocultar durante todo el metraje cuál de los protagonistas era realmente Leatherface. Además, se alteró la dinámica del film, el cual paso de ser un slasher a una road movie de psico killers.
El prólogo del film inicia con la granja de los Sawyer, en la que la perversa familia asesina a sangre fría a una joven. El niño Jedidiah Sawyer (Sam Strike) es obligado a participar, como un ritual de iniciación, pero a último momento se niega y la chica es ultimada por Drayton (Dimo Alexiev) y Nubbins Sawyer (Asen Mutafchiev) los hermanos de Jed. Minutos más tarde, la policía arresta a Drayton que será llevado a la Cárcel, mientras que Jed es llevado a un Hospital psiquiátrico. La chica asesinada era la hija del comisario Hartman (Stephen Dorff).
Diez años después, el pequeño Jed ha crecido y reside aun en el manicomio bajo un nuevo nombre. Se nos presentan varios personajes dentro del psiquiátrico, sin que nos quede claro cuál de ellos es (o será) Leatherface. Entre ellos están Bud (Sam Coleman) un chico medio autista y corpulento, Ike (James Bloor) y Clarice (Jessica Madsen) una pareja violenta y sádica y Jackson, un muchacho perturbado, pero de buen corazón. Eventualmente se produce un motín el cual aprovechan los nombrados para huir del psiquiátrico para llegar a su libertad, una joven enfermera llamada Lizzy (Vanessa Grasse), es secuestrada por el grupo durante la huida.
Así comienza un raid delictivo que los lleva de pueblo en pueblo cometiendo terribles asesinatos. Los propios Bud, Jackson y Lizzy terminan de rehén de la pareja homicida. El comisario Hartman y su ayudante Sorrells (Finn Jones) les pisan los talones, hasta que finalmente los alcanzan. Allí se produce el climax del fin, donde descubrimos cuál de los internos fugados era realmente Leatherface.
Leatherface es una película particular, ya que es la única que se aparta totalmente del esquema definido por las anteriores para presentarnos una trama totalmente nueva. Los niveles de violencia son también inusitados para la saga, abundando no solo el gore, sino elementos como la necrofilia u otros elementos de mal gusto, la cual la acercan más a producciones como Worng Turn o Hatchett. Los que busquen una película de terror cruda saldrán satisfechos, pero lo que busquen una película de origen, quizá salgan un poco decepcionados por el desenlace de la trama. Teóricamente, esta película debería empalmar con Texas Chainsaw Massacre de 1974 y con Texas Massacre 2013.
Así llegamos al final del recorrido de las películas, en su estreno cronológico, no en su cronología interna (que por cierto es contradictoria y cuenta con remakes que situarían la trama en historias alternativas) al menos hasta el estreno de Texas Chainsaw Massacre de 2022 producida por Netflix y que se define como la auténtica secuela de la original de 1974 (sería la tercera ya)