Siempre es bueno recordar a obras que creemos que nadie más conoce, esas que hemos disfrutado una y otra vez creyéndonos capaces de encontrar nuevos detalles cada vez que las vemos. En este caso traigo a ustedes una cinta perdida por ahí en el cosmos de los VHS: «Quicksilver, el placer de ganar», aunque también fue conocida como «Quicksilver, la pista rápida del éxito». Fue un fracaso en la taquilla pero ha logrado divertirme y que me quede hasta el final, y cabe destacar que hay dos grandes actores, Kevin Bacon y Laurence Fishburne.
Empecemos por aclarar que vi esta película en un canal de aire aquí en Argentina, sucede a veces que esos canales tienen en su programación alguna que otra joyita oculta, este sería el caso que nos ocupa ahora. Los años 80 han dejado obras maestras como «Scarface», «Indiana Jones», «Volver al Futuro», «Blade Runner», «Amadeus», etc, etc, etc. «Quicksilver», de 1986 no llega a esa categoría, y además es una cinta muy poco conocida o mejor dicho, totalmente desconocida, hasta me costó encontrar imágenes de buena calidad para esta reseña, pero igualmente te la voy a recomendar. Tiene una duración de 1 hora y 45 minutos y es entretenida, eso ya no es poco.
Pasemos a la premisa, Jack Casey (Kevin Bacon) es un corredor de bolsa que realiza un mal movimiento financiero y queda en quiebra, decide comprarse una bicicleta y trabajar como mensajero en New York hasta que se ve enredado en un crimen. Esa sería la historia base de «Quicksilver». A partir de ahí, el atractivo de la película se enfocará en los vaivenes de las entrega que Jack realiza, también en su relación con sus compañeros, Héctor y Terri, y la competencia con Voodoo, interpretado por Laurence Fishburne. Todo esto, al ritmo vertiginoso de un relato que destaca por el manejo de cámara en las calles atascadas de tráfico.
Cinta olvidada del director Thomas Michael Donelly que vale la pena ver porque las actuaciones son apenas correctas pero la historia es muy buena, sin embargo no está bien ejecutada y los personajes secundarios no aporten mucho, pero hago hincapié en la narración que posee agilidad mostrándonos las habilidades de los mensajeros montando bicicletas y esquivando autos. La película intenta dejar un mensaje esperanzador para aquellos que pierden su chance de triunfar, fracasan pero encuentran otra oportunidad al final del arco iris, esto se ve en el último tramo de este film.
El guion tiene sus altas y bajas, el punto en contra lo tenemos en los actores que acompañan a Kevin Bacon, la trama no hace nada para que ellos se luzcan y en ocasiones los posiciona en posturas infantiles y a estos no les queda otra que realizar lo que la historia pide. Hubiera estado bien que permitan que un actor como Laurence Fishburne tenga otra clase de escenas, algo mas riesgosas y más importantes. Por lo demás, no tengo más que decir, quería recordar esta película para que puedan buscarla por la web y la disfruten. Les dejo el tráiler por acá abajo, decidan ustedes si van a verla o no.