Los negocios en el mundo del entretenimiento deportivo tienen hombres que vieron oro donde otros solamente vieron un negocio que ya era poco rentable; aunque se necesitó la confluencia de diferentes hombres y mujeres, dentro y fuera del rectángulo deportivo, para que se diera el origen a uno de los más grandes de ellos: el basketball de la NBA; su espectáculo deportivo y de entretenimientos extradeportivos. Nacía el ShowTime.

Esta historia se trata del génesis del gran negocio deportivo desde los Lakers en donde va a confluir esta modalidad innovadora que luego se extendería a todo espectáculo deportivo profesional estadounidense; partiendo desde su nuevo propietario Gerald “Jerry” Buss, más conocido como “Doctor”; las mujeres de su familia, su madre y contadora, su hija y creativa, y su ex esposa y recurso de último momento, menos para el sexo; y otras mujeres… varias mujeres… solamente para el sexo; la manager general Claire Rothman; el exjugador y entrenador Jerome “Jerry” West; su estrella y líder Kareem Abdul-Jabbar; la nueva estrella, el rookie Earvin “Magic” Johnson; Jack McKinney, otro entrenador; Paul Westhead ayudante del otro entrenador; y, Pat Riley exjugador, asistente de locución y secretario de viajes, para terminar siendo ayudante del ayudante del otro entrenador quien se convierte en entrenador… para terminar siendo él entrenador.

La gran mayoría desconoce la historia de la NBA, adentrémonos en la parte de ella que se vincula a la serie. Primero; no es un negocio monopolizado en una gran metrópolis y sus inmediaciones; muchas de las grandes ciudades tienen una franquicia que se encuentran repartidas en dos conferencias, Este y Oeste, que el ganador de cada conferencia juega la final, siendo veintidós franquicias para el momento en que se centra la serie, 1979/80; tengamos en cuenta que todos los datos dados y por dar rodean ese año para no spoilear la serie; bueno… algunos datos son posteriores.

Franquicias que no pertenecen a los socios como los clubes en nuestro país, pertenece a un privado, un consorcio de accionistas, que en caso de ser rentable el trasladarse a otra ciudad lo harían, como sucedió en varias oportunidades; siendo el caso de los Lakers de Los Ángeles uno de ellos, oriundos de Minneapolis se desplazaron en 1960 cuando ya eran una de las dos grandes franquicias del basketball de la NBA; una liga privada que no responde a la federación de su nación; lo cual, nos deja más en claro ciertas libertades que priorizan la visión comercial sobre la social.

Segundo; como en todo deporte se necesita de rivales, pero en este caso la gran dinastía ganadora era la que había que vencer, los Boston Celtics, la otra gran franquicia; los cuales los habían vencido en seis finales prácticamente consecutivas durante la década de los sesentas; década dominada por los Celtics, en la cual, ganaron nueve campeonatos.

Franquicia dirigida por Arnold “Red” Auerbach, quien primero fue su entrenador ganando nueve títulos, y luego, fue su manager general ganando cuatro anillos más; quien ve en su rival lagunero, el nuevo propietario, a uno más a quien denostar en varios aspectos, pero sobre todo en lo deportivo.

Este revivir de aquellos legendarios enfrentamientos de la década de los sesentas tiene varias características socio-culturales en su continuación ochentera; mientras los Celtics representan fundamentalmente al sector Irish-Catholics conservador y, por Larry Bird principalmente, considerado el equipo de los blancos (paradójicamente Boston fue la primera franquicia en elegir un jugador afroamericano en el draft y la primera en tener un quinteto totalmente afroamericano, pero todo cambió a partir del 1979); mientras los Lakers eran el equipo hollywoodiense libertino con sus cheerleaders, las famosas Laker Girls, espectáculos del medio tiempo, bandas musicales y sus asientos vips en primera fila, casi dentro de la cancha; sin olvidar su exclusivo pub para festejar los triunfos dentro del estadio, si perdían festejaban igual… por cualquier excusa se festejaba; sumado al nuevo estilo de juego, basado en el run&gun, basket callejero (potrero en nuestro lunfardo); haciendo que todo esto conformara el ShowTime, siendo el equipo de los afroamericanos; principalmente por la gran cantidad de jugadores blancos en el plantel de los Celtics (tres del quinteto inicial lo eran) y en la franquicia que jugaba el Némesis de Bird, Magic Johnson; y, también era el equipo de las estrellas hollywoodenses.

Por último; 1979 tuvo dos acontecimientos que hicieron más importante ese año. El primero, un cambio reglamentario que modificó el juego, el lanzamiento con valor de 3 puntos se introdujo en la NBA en la temporada de 1979-1980 tras ver el éxito que esa modificación había tenido en otras ligas.

El segundo, se dio en la final universitaria de la NCAA de 1978-1979; que, hasta el día de hoy, no se ha podido superar en lo que generó por sí mismo produciendo una adhesión televisiva inesperada; en donde se enfrentaron por primera vez Magic Johnson y Larry Bird; quienes al año siguiente serían reclutados por Lakers y Celtics respectivamente. El nacimiento de la gran rivalidad deportiva entre los dos iconos, Bird vs Johnson, más representativos de este juego a nivel estadounidense e histórico. Michael Jordan es a nivel planetario como el jugador superlativo de este juego; no tuvo pares. Fue la rivalidad entre ellos que dividió a la sociedad estadounidense y salvó a la NBA.

Los cortes en cualquier historia son arbitrarios, pero sin dudas 1979 fue un punto de inflexión en la NBA, que es lo que necesita que sepamos la serie para un mayor entendimiento y disfrute de lo que vemos; la serie está basada en la cultura y para la cultura norteamericana; una cuestión sociológica. Si alguno lo requiere haga su propio estudio sociológico; yo no lo pienso hacer… para ustedes.

Ahora que entendemos el mundo que se estaba creando dentro de esos mundos, pasamos a la serie de HBO en cuestión: Winning Time: The Rise of the Lakers Dynasty