El Arma del Engaño (2021), llamada originalmente Operation Mincemeat (Operación Carne Picada) es la última película de John Madden (Shakespeare in Love, La Mandolina del Capitán Coreli) estrenada en Netflix y protagonizada por Colin Firth, Matthew Macfayden, Kelly Macdonald y Jason Isaacs.
Basada en hechos reales, narra la extravagante y arriesgada estratagema que llevó a cabo el Servicio Secreto Británico para engañar al III Reich acerca del lugar de desembarco aliado en el Mediterráneo.
Narrada como una cinta de espionaje a la vieja usanza, con algunos toques de melodrama y con mucho acerca de la geopolítica bélica de aquel entonces, El Arma del Engaño nos relata, acertadamente como en todo conflicto bélico existen varias guerras. La más visible es la que los soldados libran en el frente, desgarradora, sangrienta y con incertidumbre. Otra, agregaría yo a la ecuación, es la que llevan adelante los políticos y la diplomacia, cínica, mezquina y fría. Y luego está la Otra guerra, acaso tan importante como la de los campos de batalla, y de la cual aquella a veces depende, la guerra de la información. Librada por un ejército de espías infiltrados en ambos bandos. Ellos saben que los otros saben que ellos están ahí, y viceversa. El arte de la infiltración, el contraespionaje.
Mucho antes del estallido de la Guerra Fría, la información siempre fue la moneda de cambio en manos de agentes, algunos patriotas, otros mercenarios, ambos devotos del riesgo y todos igual de inescrupulosos en sus objetivos. Oscuros empleados del estado viviendo vidas falsas aun para sus familias, con empleos que no existen en lugares en los que no están. En una carrera contra el tiempo en la que sufren la presión de arriba, la de los políticos que solo hacen llamadas telefónicas esperando resultados y generales esperando la orden final.
Estamos en 1943, plena Segunda Guerra Mundial. Una pulseada en la que loa aliados por fin comienzan a aventajar al Eje. Europa sigue en manos de la Alemania de Hitler y su aliado Italia, sin embargo, los Aliados (Inglaterra, EE. UU, Francia) lograron arrebatar el Norte de África al Eje. El paso lógico siguiente sería cruzar el Mar Mediterráneo, “cruzar el charco” y desembarcar en Italia. Algo demasiado lógico, pero no por eso menos necesario. Los alemanes, conscientes del inminente desembarco aliado en Italia, se disponen a guarnecer la costa de Sicilia y hacerla impenetrable. Por otro lado, tras la Conferencia de Casablanca, Roosevelt y Churchill determinan que el desembarco será indefectiblemente el 10 de julio del 43’. Será trabajo del MI6 convencer a los alemanes de que el desembarco tendrá lugar en Grecia, algo difícil de creer. De hecho, los altos mandos militares ya dan por hecho que Berlín no caerá en la trampa y se disponen a planificar un desembarco a sangre y fuego con gran cantidad de bajas esperables dada la resistencia alemana en la costa fortificada de las playas de Sicilia. A menos, que la Inteligencia británica tenga un plan B… Así comienza la Operación “Carne Picada” (Mincemeat)
El oficial naval Ewan Montagu (Colin Firth) y el oficial Charles Cholmondeley (Matthew Macfayden) le presentan al su superior, el almirante John Godfrey (Jason Isaac) un plan, que, según ellos, será infalible para despistar a la Inteligencia Alemana (la Abwher), plantar un cadáver disfrazado de alto oficial de inteligencia británico, con información falsa en su maletín esposado en la muñeca, información sobre los planes de un supuesto desembarco aliado en la costa de Grecia. El cuerpo tiene que parecer haber muerto al estrellarse su avión, y tiene que aparecer en la costa de España. El país ibérico se encontraba en aquel entonces neutral en el conflicto global, pero dadas las afinidades ideológicas del régimen fascista de Franco con las Potencias del Eje, era de esperar que los supuestos documentos ultra secretos fueran a parar a manos alemanas. De esta forma, se esperaba que los alemanes cayeran en la trampa, se creyeran el engaño y trasladaran sus tropas de Sicilia a Grecia, dejando indefensa la costa italiana al desembarco aliado. Tal era el simple pero imposible plan que podría significar la caída del fascismo en Italia. Miles de vidas supeditadas al éxito de un plan estrafalario.
Contra todo pronóstico, el plan recibe carta blanca de parte del mismo Churchill, por lo que ahora habrá que ponerse manos a la obra, empezando por encontrar un cadáver desconocido e inventarle una vida que ya no tiene, un pasado, familia, amigos, y un amor.
Al equipo se suman Hester Leggett (Penelope Wilton) y Jean Leslie (Kelly Macdoland), ambas ponen el toque femenino a la hora de inventar el pasado del misterioso cadáver que deberá cambiar el curso de la guerra. La relación laboral entre Ewen, Charles y jean pronto se torna en un triángulo amoroso imposible en el que se mezcla la ficción de la vida que van creando al cadáver, junto con sus propios miedos, frustraciones, y desengaños. En una fallida historia de amor que podría hacer fracasar el plan, si no dejan las mezquindades de lado y anteponen el deber. Para rizar el rizo tenemos una sub trama sobre infiltrados presuntamente comunistas, antesala de la gran guerra fría que ya asoma en el horizonte. Y es que esto no deja de ser un juego de espías
En cuanto el espionaje, se agradece la presencia del oficial Ian Fleming (interpretado por Johnny Flynn), célebre por ser el futuro creador del personaje de James Bond en 1952, personaje al cual hizo protagonista de doce novelas y un buen puñado de cuentos. Personaje que finalmente seria llevado al cine en 1962 y el cual ya lleva veinticinco películas en los últimos sesenta años. Y es que la película se hace el hueco de mostrarnos deliciosamente como Fleming asiste a eventos, observa inventos (“gadgets”) y se cruza con personajes (Q, M) que posteriormente veremos reflejados en sus novelas. Se agradece el detalle.
En definitiva, El Arma del Engaño es una buena película sobre planes y conspiraciones en plena Segunda Guerra Mundial, que se toma su tiempo para desarrollar sus personajes. Con ritmo pausado, muchos diálogos y escenas de interiores. Una puesta en escena minimalista, pero eficaz. Las escenas de acción no abundan, porque no es una película de acción. Y una trama que tiene el peso suficiente como parar queramos llegar hasta el final de la aventura. Recomendable para los aficionados a los vericuetos de la Segunda Guerra Mundial.
TRAILER
La Crítica
A FAVOR
- La realidad supera la fucción
- Buanas actuaciones y puesta en escena
EN CONTRA
- Puede hacerse un poco larga
- Algunas sub tramas pueden frenar el desarrollo
Desglose de revisión
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Uno de los episodios mas extraordinarios de la Guerra Secreta