«The end of the fuc***g world» es una serie de Netflix de origen inglesa. Cuenta con dos temporadas de 8 capítulos cada una, la primera se estrenó en 2017 y la segunda en 2019. Con adolescentes en sus roles principales; pero aclaramos que no está dirigida estrictamente para ese público ya que posee temáticas algo sórdidas con toques de violencia, aunque también es entretenida.
Está protagonizada por Jessica Barden (Alyssa) y Alex Lawther (James), son dos jóvenes que no encajan en la escuela ni en la sociedad que viven. James vive con su padre, su madre se suicidó frente a él siendo un niño y está obsesionado con matar a una persona, con esta presentación ya pueden imaginarse cómo viene la cosa.
Alyssa también viene de una familia disfuncional, el padre la abandonó a ella y su madre, esta última se volvió a casar con un tipo adinerado y tuvieron gemelos dejando a Alyssa en un segundo plano. Estos jóvenes desdichados se conocen y empiezan una relación de noviazgo algo extraña, puesto que ella lo quiere para que la ayude a huir y él para asesinarla, esa es la premisa de la serie.
Después de escapar, comienzan los problemas, tanto de comunicación entre ellos, como de objetivos, y lidiar con el mundo así será una carga más que deberán soportar. Luego de meterse a una casa de un profesor (quien tenía un lado sádico), James logra su objetivo de matar a alguien pero no resulta como él pensaba. Logran encontrar al padre de Alyssa, que es un cretino y son acorralados por la policía, que hiere en la huida a James. Eso es, a grandes rasgos lo que nos dejó la primera temporada, por más que yo la haya resumido así de simple (por una cuestión de espacio), tengan la seguridad de que la serie es mucho más compleja de lo que acabo de contar.
La violencia siempre está presente pero existen otros temas en la serie que merecen atención, la autoestima de los jóvenes, la profundidad de sus sentimientos, la relación padres/madres-hijos, el abandono por las vidas, tanto la propia como las ajenas, la pérdida de la brújula moral de los protagonistas y el existencialismo en todas sus ramas. Todos estos tópicos están esparcidos por cada episodio y poseen un profundo tratamiento, en algunas ocasiones con humor negro y en otras con escenas dramáticas acondicionadas de excelentes diálogos.
En la segunda temporada, nos movemos dos años adelante y ellos están separados, hasta que una amenaza externa los vuelve a juntar en el lugar remoto donde está Alyssa, viéndose inmiscuidos en un asesinato y casi ser asesinados por una joven obsesionada por el profesor que ellos mataron. Logrando salvarse y encontrar un rumbo a sus vidas después de todo lo vivido. Lo más atractivo de esta segunda parte es que nunca va a saber el espectador lo que puede llegar a suceder.
Una serie muy bien actuada por los dos protagonistas, con cinismo, toques policiales y buen manejo psicológico de los personajes. Son capítulos de 20 minutos en promedio, por lo que se hace muy ágil de ver y los dos protagonistas tienen magnetismo para tener entretenida a la audiencia. Muy recomendable para aquellos que todavía no la han visto a pesar de estar en la plataforma desde hace unos años. Hasta la próxima reseña.