En Netflix encontramos esta película de terror basada en una leyenda urbana de oriente. «El puente maldito» es un filme de terror taiwanés dirigido por Lester Shih, buscando información sobre este señor he llegado a la conclusión que este es su único film, no he encontrado nada en la web que lo acredite como autor de alguna otra obra. Solemos sentir curiosidad sobre las distintas culturas a las occidentales y es allí donde nos sentamos a ver producciones de países lejanos, eso nos enseña que no todo es Hollywood en esta vida.
¿De que va la película que nos tiene ocupados hoy? Un grupo de estudiantes de una universidad nacional realizan una prueba de valor a los novatos en la medianoche del 28 de febrero o 29 en año bisiesto que consiste en caminar por un puente y subir una escalera, lo que no hay que hacer es contar los escalones, ya que son 13 pero supuestamente al hacerlo a medianoche pasan a ser 14, y no mirar hacía atrás. Bastante sencillo ¿no? Bueno, como en toda película de terror, lo sencillo se vuelve complicado, regla que ya deberían saber todos los protagonistas de cualquier film. Son estos los casos en los que nos acercamos a la pantalla y gritamos: «No lo hagas».
En el comienzo vemos como el grupo que conforma el centro de estudiantes prepara la prueba, a su vez tenemos imágenes de la fallida prueba anterior y a una reportera que está intentando volver al primer plano de su profesión buscando evidencias, junto a su camarógrafo, de que la leyenda es real. El grupo del centro estudiantil decide, aunque nunca se sabe quién lo hizo, llevar a cabo la prueba de forma bastante realista haciéndola a medianoche, siendo el resultado el que ya esperamos: se desata la maldición y comienzan a morir uno a uno. Era de esperar.
Pasemos al análisis. La cinta no está mal del todo, aburre cuando cae en todos los lugares comunes, a saber: la chica de pelo largo, las locaciones oscuras y los jump scares que se ven venir. El punto a favor lo ponemos en el manejo de cámara, la dirección es muy buena dejando ver el talento del director. En cuanto a las actuaciones, podemos decir que son flojas y sobreactuadas, nos transmiten el miedo que deberíamos sentir con tal historia. Otro acierto es la duración, 87 minutos, lo justo y necesario para un producto como este, no hubiéramos soportado más metraje.
La película no es más que eso, no le sobra nada, entretiene aunque en algún momento se haga pesada. La puesta en escena ayuda a que lleguemos hasta el final. Si la ves dando vueltas por el catálogo de Netflix, dale una chance. Atención porque posee una escena post crédito, algo muy de moda por estos tiempos. Dejo el tráiler por acá abajo para que decidas si vas a verla o no, Nos estamos viendo o leyendo en la próxima reseña. Feliz 2023 para todos y todas.