Netflix nos acerca una historia de esas que nos dejan una muy buena sensación. Película vasca que mezcla terror y fantasía. El debut del director Paul Urkijo no podría haber sido mejor, «Errementari» cumple con creces lo que el espectador busca desde el título y desde la portada, la cinta pasa a formar parte de aquellas que no tuvieron gran repercusión en los cines pero logran su redención en esta época de las plataformas streaming.
Basada en un relato de la región mencionada, nos ubicamos a finales del siglo XVIII, durante las guerras carlistas, un herrero se salva de una ejecución y asesina a sus captores con la colaboración de un demonio que le ayuda a volver a casa a cambio de su alma. Ocho años después encontramos a ese herrero viviendo como un ermitaño y siendo tratado como loco por la pequeña comunidad cercana, un diputado enviado por el gobierno está tras la pista de un botín de oro que supuestamente este hombre tiene escondido en su propiedad.
Paralelamente aparece el personaje de una niña huérfana que está a cargo del cura del pueblo y quien es bastante inquieta. Otros niños la molestan y tiran la cabeza de su muñeca en la casa del herrero, esta entra a buscarla y se encuentra con un niño secuestrado y torturado por el siniestro herrero. Así planteadas las cosas para que podamos disfrutar de una obra que posee muchos aciertos a la hora de mostrar la calidad cinematográfica y su puesta en escena.
La película está excelentemente ambientada, bien actuada, con momento de suspensos y algunos de humor. El punto flojo es, quizás, el aspecto de los demonios y los efectos que se utilizaron para crearlos, pero en general cumple satisfactoriamente. Las piezas que el director va colocando minuto a minuto encajan a la perfección construyendo un puzzle que, sólidamente, queda bien armado. Un punto a favor de la trama es la narración que se escucha durante el film, es esa voz la que nos va metiendo en ambiente y logramos congeniar con la historia.
Entre líneas podemos encontrar algunas enseñanzas: no todo lo que parece bueno lo es, ni todas las personas que creemos malas o diferentes necesariamente lo son, que la travesuras de los niños pueden provocar desmanes más grandes y que la codicia de las personas no tiene límites. Se goza muchísimo el saludable equilibrio entre lo gótico, lo ancestral y lo terrorífico, adosado con un excelente manejo de cámara, lo cual logra todo un combo para que, una vez terminada la película, estemos satisfechos y llenos de cine. Como dato de color, tenemos aquí a una conocida de todos, Itziar Ituño, la ya legendaria, inspectora Raquel Murillo de La casa de papel.
La pregunta frecuente en estos casos es si habrá o no secuela (o precuela). Les avisamos a los estudios que financian estas producciones que, cuando una obra está bien realizada, se nota, y se nota mucho, así que deberían invertir en estos directores quienes tienen mucho para ofrecer. Dejo el tráiler por acá abajo y nos estamos viendo o leyendo en la próxima reseña.