Babylon inicia con un verdadero pandemónium visual, en el que asistimos a un set de filmación del Hollywood de fines de la década del 20 en donde vemos que en el plató se están filmando varias películas a la vez, todo ello en medio de un indescriptible desorden. Cada director, cada actor, extra, maquillador, asistente técnico, todos ellos procurando batallar por sacar adelante la película mientras aún tengan la luz del sol. Viendo esto, uno entiende el acertado nombre de “Babylon” con el que Damien Chazelle (La la land, Whiplash, First Man…) bautizó su film. Y es que estamos ante una autentica superproducción que no repara realmente en gastos (a decir de entrañable Mr Hammond). Un auténtico deleite visual que nos invade y trata de que aceptemos el juego que nos propone, de entender la belleza del caos, nos aproxima a un mundo desaparecido y nos pone en el camino un grupo de personajes que amaremos odiar. Y es que, en tiempos del cine mudo, no importaba filmar haciendo ruido, ya que todo eso no se veía en el producto final.
Estamos en el Hollywood de 1927, son los últimos estertores del cine mudo y este ha llevado a Hollywood (más bien a sus actores, directores y productores) a una situación que no es más que la otra cara de esos alborotados “Años Locos” donde al ritmo del Charleston, un EE.UU. envalentonado económicamente por su victoria en la Primera Guerra Mundial una década atrás, aun saborea las mieles de la victoria. Nadie en este Elíseo de derroche orgiástico del espectáculo anticipa la Gran Depresión que está a la vuelta de la esquina y, más grave aún, los cambios que están por acaecer en su lugar privilegiado del mundo, cuando la tecnología de un paso más allá y ponga en el centro del mundo el cine sonoro.
Son tiempos de derroche y hedonismo, y es justamente en una de las tantas fiestas de los inescrupulosos productores de películas en que inicia el film. La fiesta de estrellas y empresarios tiene ya los tintes de la decadencia como si se tratase del Satiricon de Petronio. Cazelle la utiliza para presentarnos a los personajes del drama que veremos a continuación, y para que conozcamos sus personalidades. Así tenemos a Margot Robbie como Nellie LaRoy, una chica de origen humilde, rebosante de vida, aunque ambiciosa e inescrupulosa dispuesta a lo que sea para llegar a cima. Diego Calva como Manuel «Manny» Torres, un inocente y entusiasta inmigrante mexicano que vino a hacer “La América” con esfuerzo, pero a la vez, tratando de acortar camino a la cima. Jovan Adepo como Sidney Palme, músico negro que desea demostrar que el color no importa para triunfar, en una época de profundo racismo. Li Jun Li como Lady Fay Zhu, la inquietante y misteriosa asiática que busca su lugar tras ya no poder realizar los intertítulos (carteles que aparecían contando lo que pasaba en la época del cine mudo), Jean Smart como Elinor St. John, la crítica de cine, con el poder de crear y destruir carreras conforme lo exija la moda, y finalmente Brad Pitt como Jack Conrad, el veterano y melancólico actor que se encuentra dando el canto del cisne de su carrera, y que se debate entre la permanencia y la obsolencia.
Con las fichas del drama repartida, comienza un juego en el que los protagonistas irán cruzando sus destinos a mediada que van transcurriendo los años. Veremos el derrumbe de varios, el ascenso de otros, en medio de los vaivenes de una industria que muerde, mastica y escupe para luego repetir el procedimiento. Y es que Cazelle utiliza al Hollywood de los 30’ para dar un tiro por elevación al Hollywood actual y demostrar que las cosas cambian para no cambiar.
Babylon no tiene un argumento sólido, sino que la trama descansa más bien en sus protagonistas, son ellos y sus vidas las que se apoderan de la película durante las tres horas que dura el film. En ese sentido, comparte características con Once Upon a Time in Hollywood de Tarantino. La obra de Cazelle, rebosa de crudeza y sarcasmo, hay mucho de comedia negra, a veces no sabemos si debemos tomar lo que vemos como algo real o como una ironía que trasciende la cuarta parece del film. Tampoco le tiembla el pulso a la hora de mostrar escenas escabrosas, de mal gusto o escatológicas. Babylon es un film potente en su mensaje y en su puesta en escena. De hecho, algunas de susescenas y momentos, tienen el suficiente poder como para que permanezcan en nuestra retina y en nuestra memoria. Recomendable para los que les interesa la historia del cine.
TRAILER
La Crítica
A FAVOR
- Buenas actuaciones
- Fotografia, montaje y edición
EN CONTRA
- Puede hacerse larga
- Algunos momentos algo escatológicos